El secretario general insta a las partes a cesar la violencia y a solucionar pacíficamente el conflicto
La ONU pide a las autoridades chinas contención en su respuesta en el Tíbet
Naciones Unidas seguirá los acontecimientos, en función de lo cual decidirá si interviene
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió ayer a las autoridades chinas que se contengan en su respuesta a las recientes protestas en la región del Tíbet, donde han muerto al menos 13 personas y se ha detenido a decenas de personas. Ban transmitió ayer al Gobierno de China su preocupación por lo ocurrido, a través de su embajador ante la ONU, Gaungya Wang, con el que mantuvo una reunión en la sede central de Naciones Unidas. «Insto a las autoridades a que se contengan, llamo a todos los involucrados a que detengan las confrontaciones y la violencia, y enfatizo la necesidad de una resolución pacífica», señaló el secretario general en una conferencia de prensa posterior. El máximo responsable de Naciones Unidas aseguró que siente «una creciente preocupación» por la información que le ha llegado de «detenciones, violencia y pérdida de vidas», aunque agregó que no tiene datos exactos sobre cuántos muertos se han registrado. Guerra de cifras Las autoridades chinas niegan haber usado armas para sofocar los incidentes y aseguran que el número de fallecidos asciende a 13, cifra que el exilio tibetano eleva al centenar. Ante la cuestión de si la ONU debería intervenir, el secretario general se limitó a señalar que seguirá la evolución de los acontecimientos. Por otra parte, el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador ruso Vitaly Churkin, aseguró que la crisis del Tíbet no está en su agenda e indicó que este «no es un asunto para el Consejo de Seguridad» de la ONU. La capital del Tíbet, Lhasa, vivió ayer una tensa calma en espera de que expire el ultimátum para que los responsables de la revuelta se entreguen a las autoridades. La actual revuelta estalló el 10 de marzo, cuando cientos de monjes budistas salieron a la calle para recordar el aniversario de la rebelión tibetana contra Pekín en 1959. En aquella ocasión, la rebelión fue aplastada por el Ejército chino y causó más de 10.000 muertos y 130.000 desplazados, entre ellos el líder espiritual del pueblo tibetano, Dalai Lama, quien desde entonces vive exiliado en la India. Los ministros de Deportes de la Unión Europea (UE) rechazan la idea de un boicot a los Juegos.