Diario de León

El presidente del Parlamento Europeo confía que el miércoles la Cámara hable con una sola voz

Pöttering alienta el boicot olímpicosi China no habla con el Dalai LamaEl partido de la oposición, KMT lidera la votacióntaiwanesa con un50% escrutado El Gobierno de Pekín reconoce 19 muertos Aplastar todos los focos rebeldes es la prioridad marcada desde

Estas declaraciones llegan en un compás de cierta normalidad en las relaciones de ambos ejecutivos

MUSTAFHA QUARISTI

MUSTAFHA QUARISTI

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El presidente del Parlamento Europeo, Hans Gert Pöttering, amenazó a China con el boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín por la sangrienta represión contra la población tibetana e instó a su gobierno a negociar con el Dalai Lama. «No podemos descartar un boicot a las Olimpiadas. Queremos que los Juegos se celebren con éxito, pero no si el precio para ello es el genocidio cultural de los tibetanos del que habla el Dalai Lama», dijo el político conservador, en declaraciones que publica hoy el dominical Bild am Sonntag . «Pekín debe decidirse y negociar de inmediato con el Dalai Lama. Si no hay señales de acercamiento, consideraré legítimo las medidas de boicot», añadió Pöttering. El presidente del Parlamento anunció que el próximo miércoles se abordará la situación en el Tíbet en la cámara europea y dijo que aconsejará a «los países de la UE» que «se pronuncien con una sola voz por la defensa de los Derechos Humanos». Pöttering recordó que China es «un importante socio para Europa en cuestiones como defensa medioambiental» y destacó la importancia de la cooperación en «interés mútuo». «Pero el pueblo tibetano no debe ser sacrificado en aras de ello, porque perderíamos nuestra autoestima», concluyó el político, de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel. Posición alemana El gobierno de Berlín ha emplazado al chino a dar cuentas de lo que ha sucedido en Tíbet. Según el ministro de Asuntos Exteriores, Franz Walter Steinmeier, China debe ser más abierta con la opinión pública, sobre todo con vistas a los Juegos Olímpicos. «Hacer espectáculos brillantes para la televisión mientras en el propio país reina el caos, eso es algo que ya no puede funcionar en día», recalcó Steinmeier, en declaraciones al diario Bild. Las declaraciones de Steinmeier se producen en un momento en que Alemania acababa de volver a una cierta normalidad en sus relaciones con China tras las tensiones surgidas con motivo de la reunión de Merkel y el Dalai Lama, el año pasado. La reunión en la Cancillería habían soliviantado a Pekín que durante meses evitó todo contacto con representantes del gobierno alemán. Por otra parte, cientos de personas se echaron ha las calles del centro de Londres para protestar contra la represión china de los independentistas en el Tíbet. Los manifestantes, integrados por tibetanos que viven exiliados en el Reino Unido y simpatizantes británicos, se detuvieron ante la Embajada china y, con el puño en alto, cantaron el himno nacional del Tíbet. Los activistas, que portaban banderas tibetanas y pancartas, corearon consignas como «Chinos fuera» o «Larga vida al Dalai Lama», el líder espiritual tibetano. El candidato del opositor Partido Kuomintang (KMT), Ma Ying-jeou, lleva una gran ventaja en los comicios presidenciales de Taiwán cuando se han contabilizado más del 50 por ciento de los votos. Ma ha obtenido 4,93 millones de votos frente a los 3,49 millones de su contendiente, Frank Hsieh, del gobernante Partido Demócrata Progresista (PDP), lo que augura un cambio político radical favorable a la mejora de los lazos y la integración económica en China, según datos de la Comisión Central Electoral. La probable victoria de Ma, en unos comicios celebrados con el telón de fondo de las protestas en Tíbet y la patrulla de portaaviones estadounidenses alrededor de la isla, pondría fin a ocho años de gobiernos independentistas. El resultado de estas elecciones confirma que los taiwaneses apoyan las propuestas de «cambio» de Ma y rechazan las políticas económicas y al nacionalismo radical del actual presidente taiwanés, Chen Shui-bian. Los taiwaneses ya otorgaron en diciembre de 2007 una aplastante mayoría, de más de dos tercios, a la oposición en los comicios parlamentarios, y esta derrota confirma el rechazo popular a las políticas del PDP. La Comisión Central Electoral aún no anunció si el referéndum de ingreso en la ONU de la isla bajo el nombre de Taiwán, boicoteados por la oposición, alcanzó el mínimo de participación requerido para que su resultado sea válido. China consideraba provocativo y desestabilizado el referendo, al suponer un desafío directo a su postura de que Taiwán «es parte inalienable de su territorio». La escasa participación se debe a que muchos isleños consideran la consulta una imposición del partido gobernante destinada a incrementar la participación electoral de sus partidarios independentistas. El portaaviones Kitty Hawk, acompañado de otros barcos de guerra estadounidenses, patrulla las aguas cercanas a la isla, tal como hizo en los comicios presidenciales de 1996, para evitar sorpresas militares chinas, informó el Ministerio de Defensa isleño. La represión china en el Tíbet y la controvertida propuesta opositora de crear un mercado común con China impulsaron el apoyo al candidato del gobernante Dieciocho civiles y un policía fallecieron en los disturbios ocurridos en la capital tibetana, Lhasa, la semana pasada, según la última cifra oficial divulgada , que añade seis muertos a los confirmados hasta ahora. Los datos oficiales chinos contrastan una vez más con los ofrecidos por el gobierno tibetano en el exilio, que habla de 99 tibetanos muertos, 80 en Lhasa y 19 tiroteados por la policía en la provincia de Gansú. Según la agencia oficial Xinhua, 241 oficiales de la policía resultaron heridos en los disturbios, 23 de ellos en estado crítico. Los disturbios dejaron 382 civiles heridos, de los cuales 58 en estado grave China parece ignorar los llamamientos al diálogo con el Dalai Lama realizados por la comunidad internacional, una semana después de los disturbios sangrientos de Lhasa, y aseguró ayer sábado que proseguiría la represión en el Tíbet para «aplastar» la revuelta independentista. Tras haber revisado al alza, el viernes, el balance de las víctimas de los disturbios, que pasaron de 13 a 19 muertos, 18 de ellos civiles «inocentes», China ha confirmado que no aflojará. «China debe reprimir firmemente la conspiración destinada al sabotaje y aplastar a las 'fuerzas tibetanas de independencia'», sostuvo el sábado en un editorial el Diario del Pueblo, el órgano del Partido Comunista Chino (PCC). En un momento en que las organizaciones defensoras de los derechos humanos y protibetanas temen olas de arrestos masivos, el Diario del Pueblo subraya que «1.300 millones de chinos, incluido el pueblo tibetano, no dejarán a nadie ni a ninguna fuerza minar la estabilidad de la región». Apuesta por el diálogo El gobierno tibetano en el exilio aseguró ayer sábado que el diálogo entre ambas partes «es más necesario que nunca». «China siempre ha apostado por la línea dura y las soluciones militares al problema de Tíbet, pero eso nunca ha funcionado», justificó el portavoz tibetano Thubten Samphel. Cuando faltan cinco meses para la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, que se celebrarán del 8 al 24 de agosto, China volvió a acusar el sábado al líder tibetano de haber fomentado los disturbios para sabotear el acontecimiento. «El objetivo de la camarilla del Dalai Lama es perturbar los Juegos Olímpicos, al pueblo y a la sociedad y dañar la unidad política del país conspirando para separar Tíbet de China» Ayer, Dharamsala, ciudad en la que vive exiliado el Dalai Lama, parecía una ciudad fantasma, con todos sus comercios cerrado s

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