Benedicto XVI llega mañana a Washington para una estancia de seis días en la capital y Nueva York
Los católicos de EE.UU. esperan que la visita del Papa traiga paz y unidad
La opinión del Pontífice sobre el aborto será clave en el debate de la campaña electoral
«Aquí muchos hablamos inglés, otros español y algunos francés, pero para el Papa tenemos una voz única», afirma Orlando Grimaldi, un hispano miembro de un coro que va a cantar durante la visita del sumo pontífice a Estados Unidos. El Papa llegará mañana a Washington para una visita de seis días a la capital norteamericana y Nueva York. Las expectativas de los fieles norteamericanos para esta visita son tan diversas como lo es la comunidad católica en un país en plena campaña electoral, con una economía en crisis y problemas migratorios. Bajo la divisa «Cristo nuestra esperanza», la visita papal se produce además en momentos en que las bajas norteamericanas en Irak superaron los 4.000 soldados en cinco años. Y la Iglesia todavía sufre las consecuencias de los escándalos sucesivos de los curas pederastas en Estados Unidos. «Un latino recién emigrado de Dallas va a tener expectativas muy diferentes para la visita del Papa que las de un irlandés católico instalado en Boston desde hace 14 generaciones», afirma John Allen, especialista del Vaticano. Los hispanos, que se convirtieron en uno de los principales pilares de la Iglesia católica norteamericana, se dirigirán al Papa para que se pronuncie contra las medidas impuestas a los inmigrantes indocumentados. «Me gustaría que el Papa nos hable sobre cómo, en nuestra calidad de católicos, debemos acoger al pobre y al extranjero en este país», afirmó Enid Roman de Jesús, presidente de una asociación de directores de las diócesis católicas encargado de los ministerios hispánicos. Guerra de Irak La guerra en Irak también forma parte de las preocupaciones de muchos norteamericanos. Mark Ivany, un seminarista cuyo hermano mayor está en el frente en Bagdad, piensa que el Papa reiterará el llamamiento del domingo de ramos en la plaza San Pedro de Roma, en el que pidió el fin de «las matanzas, la violencia y el odio en Irak». Recientemente, un sacerdote ortodoxo fue asesinado en Bagdad mientras que el arzobispo caldeo de Mosul fue secuestrado y su cuerpo fue hallado a mediados de marzo. Los conservadores esperan que la opinión del Papa pese en el debate sobre el aborto, una cuestión clave en la campaña electoral. Los dos candidatos demócratas actuales, Hillary Clinton y Barack Obama, están a favor del aborto y contra la guerra en Irak, mientras que su rival republicano John McCain está contra la interrupción del embarazo y a favor de una presencia militar norteamericana prolongada en Irak. Los católicos también esperan palabras reconfortantes sobre los escándalos de los curas pedesrastas, que dejaron «heridas» en la Iglesia, según las palabras del padre David O'Connell.