El presidente sirio, Bachar al Assad, confirmó haber sido informado por Turquía de la disposición de Israel de retirarse del Golán a cambio de la paz entre ambos países. Assad reveló igualmente que Turquía media en este conflicto desde 2007. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, «me informó de que Israel está dispuesto a retirarse del Golán a cambio de la paz con Siria», declaró Assad al periódico Al Watan . Varios medios sirios ya habían avanzado el miércoles esta información. Interrogado al respecto, el ministro israelí de Medio Ambiente, Gideon Ezra, expresó sus dudas acerca de su veracidad, mientras que un portavoz del gobierno se limitó a decir que «Israel desea la paz con Siria». Según el presidente sirio, Turquía, que inició en abril de 2007 una mediación entre ambos países, fue informada por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, de la voluntad del Estado hebreo de devolver los altos del Golán ocupados en 1967 y anexionados en 1981. Un mensaje que fue transmitido a Damasco la semana pasada, según Assad. «Lo que ahora necesitamos es encontrar un terreno de entendimiento a través del mediador turco», dijo Assad, quien sugirió la posibilidad de abrir la vía a negociaciones directas. Las conversaciones entre Israel y Siria se interrumpieron en 2000 debido precisamente a la cuestión del Golán, que Damasco quiere recuperar en su totalidad. Assad señaló que la cuestión será abordada durante la visita de Erdogan el próximo sábado a Damasco. La semana pasada, Olmert declaró que «muy claramente» Israel «quiere la paz con los sirios» por lo que actúa «bajo todos los puntos de vista». Negativa de los colonos Los colonos judíos que viven en los Altos del Golán aseguraronque nunca abandonarán esa zona, después de que el presidente sirio, Bachar El Asad, confirmase que Israel ha ofrecido su devolución a cambio de un acuerdo de paz.
, declararon en un comunicado los jefes de las comunidades israelíes instaladas en la meseta siria, conquistada por Israel. La propuesta que ha remitido el primer ministro israelí, Ehud Olmert, al presidente sirio, Bechar Al Asad, de devolver los Altos del Golán a cambio de instaurar la paz entre sus respectivos países era un secreto a voces. La oferta fue revelada esta semana por Al Asad al diario qatarí Al Watan pero hacía tiempo que Olmert afirmaba que ha enviado varios mensajes para poner fin al estado de guerra que, desde el punto de vista técnico, todavía enfrenta a Israel con Siria. En un reciente encuentro con periodistas españoles, el portavoz de Olmert, Mark Regev, había sido, no obstante, más explícito. El portavoz de Olmert subrayó que su país sigue abierto a una posible negociación con Siria tras recordar la importancia que para Israel tiene ese Estado por ser el único entre los árabes que aún apoya de manera abierta a los grupos de carácter integrista musulmán que no han abandonado la lucha armada contra Israel. Regev citó en particular al movimiento islamista palestino Hamás, que ataca a Israel desde Gaza, y a la guerrilla chií libanesa Hizbulá, cuya hostilidad fue el origen de la campaña bélica lanzada en 2006 por el Estado israelí contra El Líbano. «La paz con Siria forma parte de la seguridad nacional de Israel porque facilitaría las relaciones con nuestros vecinos», dijo el portavoz de Olmert, quien aseguró que «estamos abiertos al dialogo si el régimen de Damasco cambia de orientación».
Otro paso clave Lo que el portavoz de Omert no mencionó es que, más allá de que cese el respaldo a Hamás e Hizbulá, la prioridad en los tanteos del primer ministro israelí al presidente sirio es otra: desactivar la alianza que el régimen de Damasco ha fraguado con el de Teherán. La presunta intención de Irán de acceder a las armas atómicas se considera en Israel como una amenaza mucho mayor que la planteada por las organizaciones palestina y libanesa. Las operaciones armadas de Hamás e Hizbulá suponen para el Gobierno de Olmert poco más que un problema de política interior en la medida de que no es imaginable que propicien la destrucción, al menos a corto ni medio plazo, de Israel. La supervivencia de Israel estaría, sin embargo, en peligro si Irán alcanza su supuesta ambición de contar con armas nucleares; o así se percibe en Israel, donde el acercamiento al régimen Damasco se inscribe en la política de aislamiento al de Teherán. Porque lo cierto es que, aún menos que los frentes abiertos por Hamás en Gaza e Hizbulá en el sur de El Líbano, el de los Altos del Golán no constituye para Israel una amenaza inmediata. Como ocurre con las palestinas Gaza y Cisjordania, y las libanesas Granjas de Chebaa, los Altos del Golán permanecen ocupados por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967. Pero en contraste con esos otros territorios, y pese a la retórica belicista a la que periódicamente recurren tanto Israel como Siria, los Altos de Golán han registrado una sorprendente calma en las últimas cuatro décadas.