La propuesta llega tras el alud de protestas mundiales contra la política en la región autónoma
El Dalai Lama acepta entablar conversaciones políticas con China
Entre las exigencias está que el gobierno reconozca el papel positivo del líder espiritual tibetano
El líder espiritual y político de los tibetanos, el Dalai Lama, dio ayer la bienvenida a posibles negociaciones con China siempre que sean «serias», según dijo al regresar a la India de un viaje por EE.UU. «Depende de qué tipo de conversciones. Si son conversaciones serias son bienvenidas», declaró el Dalai Lama a la prensa en Nueva Delhi, para considerar insuficiente un «simple cara a cara», según la agencia PTI. La agencia oficial china, Xinhua, anunció ayer que en próximos días «los departamentos pertinentes» del Gobierno central mantendrán «contacto y consultas» con un representante privado del Dalai Lama. «Se espera que a través de estos contactos y consultas, el Dalai Lama tome decisiones creíbles para frenar las actividades destinadas a separar China, que deje de conspirar para incitar a la violencia y de interrumpir y sabotear los Juegos Olímpicos de Pekín, de cara a crear condiciones para el diálogo», señalaron las fuentes. El Dalai Lama está exiliado en la India desde 1959, tras el fracaso de un levantamiento tibetano contra el régimen chino, y se estableció en la ciudad norteña de Dharamsala, en el Himalaya. En un comunicado distribuido a la prensa, el jefe del Gobierno tibetano en el exilio de Dharamsala, Samdhong Rinpoche, aceptó ayer la oferta china de conversaciones pero dijo que, antes, sería necesario que se recupere la normalidad en el Tíbet, tras la revuelta registrada en marzo. «Es necesario un retorno a la normalidad antes de la reanudación formal de conversaciones», dijo Rinpoche según PTI, y añadió que su Gobierno está «dispuesto a dar todos los pasos para ello». Dejar las difamaciones Rinpoche añadió que, para que el diálogo sea «productivo», el Gobierno chino debe «reconocer el papel positivo del líder espiritual tibetano en lugar de dar rienda suelta a la campaña de difamación en su contra». China acusa al Dalai Lama de buscar la independencia del Tíbet y de haber instigado las protestas del pasado 14 de marzo en la región, en las que, según el Gobierno chino, murió una veintena de civiles, mientras el tibetano en el exilio denunció unos 140 muertos. Ambas partes han sostenido ya seis rondas de conversaciones, aunque no ha habido contactos desde julio de 2007. El Gobierno chino ha cerrado la región autónoma al exterior tras los sucesos de marzo y sólo este jueves la reabrió al turismo chino, por lo que ni periodistas ni observadores han podido acceder al Tíbet para esclarecer lo ocurrido.