Pese a la oposición oficialista las encuestas dan la victoria al «sí» por el 71% de los votos
La región de Santa Cruz sufre graves incidentes en la consulta autonómica
Con incidentes y choques a palos entre centralistas y autonomistas -simpatizantes del Gobierno de Evo Morales y opositores-, que dejaban una veintena de heridos, comenzó el referéndum de autonomía impulsado por el gobernador de la rica provincia boliviana de Santa Cruz y organizaciones cívicas. El Ejecutivo no lo autorizó y dijo considerarlo un mero sondeo pero lo tachó de ilegal, inconstitucional y separatista y llamó a boicotearlo. Sin embargo, las encuestas consideran que el «Sí» vencerá por un 71 %. Las movilizaciones a favor y en contra comenzaron en la madrugada del domingo. Los principales problemas -quema de urnas, bloqueos de carreteras y enfrentamientos con palos y piedras- se centralizaron en las poblaciones que apoyan al líder aymara: las rurales de Yapacaní, San Julián y en el barrio Plan Tres Mil de Santa Cruz de la Sierra, la capital de la provincia que con Tarija, Beni y Pando, integran la llamada «media luna» oriental. Juntos impulsan esta autonomía y votarán también el referéndum en junio La reacción entre los autonomistas fue casi instantánea: unos 50 jóvenes de la derechista Unión Juvenil Cruceñista -un grupo de choque, según el Gobierno- gritando consignas a favor de la autonomía comenzaron a «recorrer los locales de votación», como explicó David Cejas, unos de sus líderes, y recuperaron algunos de los colegios. Pero el saldo fue de 18 personas -una muy grave- con heridas cortopunzantes, según confirmó el ministro de Gobierno, Alfredo Rada. Sin embargo, en el centro de la capital de la región de 2,6 millones de habitantes -de los que 935.000 tienen derecho a voto-, imperaba la normalidad. Concentraciones Además, los cabildos populares convocaron concentraciones en los bastiones de Morales en el país, como en la populosa ciudad de El Alto, vecina a La Paz, Cochabamba, reducto de los cultivadores de coca que lidera el mandatario, y Oruro, ambas al oeste, más andino, indígena y pobre que la región oriental. En El Alto, Eugenio Rojas, líder los 'Ponchos rojos' -grupo de indios aimaras radicales y leales a Morales-, pidió a los «hermanos de las provincias» de Santa Cruz quemar y destruir urnas «en todos los lugares donde sea posible». Además, arengó a que los líderes autonomistas «se vayan fuera de Bolivia a formar otra república».