La ayuda alimentaria sigue confiscada por las autoridades

Un cargamento de galletas energéticas destinadas a alimentar a unos 95.000 supervivientes del ciclón Nargis en Myanmar (antigua Birmania) sigue confiscado por los servicios de aduanas en el aeropuerto de Rangún, confirmó este sábado el portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Más de 24 horas después de que la ayuda aterrizara en el país, ésta todavía se encuentra lejos de alcanzar los 1,5 millones de personas que corren el riesgo de enfermarse o sufrir hambruna en las zonas más afectadas por el ciclón, según el portavoz del PMA, Marcus Prior. «La ayuda todavía no ha llegado a manos de los agentes humanitarios, pero estamos trabajando contrarreloj para acceder a ella», declaró Prior. «Contamos con gente que sabe cómo trabajar en esta situación», agregó. Explicó que las galletas fueron descargadas del avión, que éste partió de Rangún y que las negociaciones con la junta militar prosiguen para que los agentes de aduanas dejen pasar el cargamento. «Es frustrante pero esto no significa que vayamos a arrojar la toalla. Al contrario, trabajaremos más duramente», subrayó el portavoz. El PMA suspendió el viernes sus vuelos humanitarios ante las restricciones «inaceptables» impuestas por la junta militar. Prior declaró el que la agencia está determinada a hacer llegar la ayuda y a trabajar con el gobierno para su distribución, siempre y cuando pueda asegurarse de que ésta alcance a las personas más necesitadas. Las autoridades dieron a conocer un nuevo recuento de víctimas del ciclón Nargis, que aumentó el número de muertos a 23.335 y revisó a la baja el número de desaparecidos.