Desesperado y arruinado, intentó quitarse la vida tras los asesinatos, pero acabó entregándose
Un austriaco asesina a hachazos a todos los integrantes de su familia
Un hombre de 39 años ha confesado haber matado en las últimas 24 horas a su esposa, a su hija, a sus padres y a su suegro, informó en el día de ayer la policía en Viena. El sospechoso se entregó esta madrugada a la policía en Viena y confesó que había matado con un hacha a su esposa, de 42 años, y a su hija, de 7 años, en la casa familiar, en un barrio acomodado de la capital austríaca, según la emisora pública ORF. La orgía de sangre fue cometida en menos de 12 horas, tiempo en el que el nuevo 'monstruo' de Austria acabó con la vida de su esposa, su hija de siete años, sus padres y su suegro. Según informaron a la prensa posteriormente fuentes policiales, el presunto asesino declaró que estaba arruinado, que había perdido una gran cantidad de dinero y que había matado a su familia para «ahorrarles la humillación». En su breve confesión, el hombre admitió que había asesinado a su hija porque la niña había sido testigo de la masacre de su madre. Asesino confeso Esas mismas fuentes indicaron que el hombre se presentó en la comisaría en «estado de confusión» y anunció a los agentes de turno: «en mi piso yacen mi mujer y mi hija muertas». El hombre llego a la comisaría con sus ropas cubiertas de sangre y en estado de confusión», dijo un portavoz de la policía, cuando reveló a la prensa local algunos detalles del crimen que horrorizó a la población austriaca, que todavía tiene fresca en la memoria el drama incestuoso de Amstetten, descubierto por casualidad a fines de abril. El arma homicida fue descubierta en el asiento trasero de su vehículo. Los agentes encontraron los cadáveres de la mujer y la niña en el apartamento de la familia mientras el cuerpo de la mujer yacía en la tina del baño casi ahogada en su propia sangre, mientras que el cuerpo de su hija fue encontrada en un armario cubierto por una sábana.. Posteriormente los cuerpos sin vida de los padres fueron hallados en la localidad de Ansfelden, en Alta Austria, y la de su suegro en Linz, la capital de ese Estado. Según el director de la seguridad pública de Alta Austria, Alois Lissl, el sospechoso trató de suicidarse pero falló en su intento de ahorcarse. Máxima crueldad El responsable de seguridad dijo en declaraciones a la agencia de noticias APA que los ataques fueron «especialmente crueles», ya que el agresor atacó con el hacha la cabeza de sus víctimas en un intento de destruirselas. La policía ha encontrado varias cartas del agresor, en las que éste se disculpa por lo sucedido, aunque la policía sigue sin conocer los motivos reales de este crimen. que deberá seguir su línea de investigación papa aportar las causas. Después de matar a su esposa e hija, el sospechoso viajó a Ansfelden, donde quitó la vida primero a su madre en la entrada de su casa y luego a su padre, que estaba dormido en el sofá del salón de la vivienda. A continuación, el hombre se trasladó a Linz, a pocos kilómetros de Ansfelden, donde atacó y mató a su suegro, relató Lissl «Los ataques fueron extremadamente brutales y él siempre intentó destruir la cabeza de sus víctimas» ALOIS LISSL Director de Seguridad Pública