La Habana denuncia que Washington da dinero terrorista para la oposición
El último zafarrancho de Cuba y Estados Unidos hizo correr ríos de tinta esta semana, al denunciar La Habana que diplomáticos norteamericanos acarrearon varios miles de dólares de un supuesto terrorista de Miami a la oposición interna, pero no ha tenido hasta ahora mayores consecuencias. Diplomáticos y analistas comentaron a Efe que el rifirrafe se quedó en encendidas declaraciones de funcionarios y la prensa oficial de Cuba, que tildaron de «mula» (correo de narcos) al principal representante de EEUU en la isla, Michael Parmley, pero ni siquiera lo declararon «no grato» ni exigieron su retiro. Tampoco se cursó una queja por vías diplomáticas, sino que todo se limitó a ruedas de prensa -la principal del canciller Felipe Pérez Roque- y a arrebatadas denuncias en los medios estatales, como el mismo Parmley señaló esta sábado en un comunicado. Los disidentes que recibieron dinero del cubano-norteamericano Santiago Álvarez, preso en EE.UU. por tenencia ilegal de armas, fueron calificados nuevamente de «mercenarios» al servicio de Washington, pero ninguno ha sido detenido hasta ahora.