Diez países proponen agilizar la movilidad legal para fines laborales
El Mediterráneo pide más ayuda contra la inmigración ilegal
El ministro de Trabajo e Inmigración español aboga por las políticas compartidas
Los ministros de Interior y Trabajo de los diez países del Mediterráneo Occidental que forman el llamado Grupo 5+5 pidieron ayer mayor colaboración internacional contra la inmigración ilegal. También subrayaron en el comunicado final de la reunión celebrada sobre la cuestión migratoria, la importancia de tratar eficazmente la explotación de los emigrantes a través de la adopción de medidas de lucha contra el empleo ilegal. En la conferencia ministerial desarrollada en la localidad portuguesa de Évora participaron delegaciones de cinco países europeos (España, Francia, Italia, Portugal y Malta) y cinco norteafricanos (Marruecos, Mauritania, Argelia, Libia y Túnez) que analizaron los problemas de la inmigración en el área mediterránea. El ministro portugués de Administración Interna y anfitrión de la conferencia, Rui Pereira, dijo que el fenómeno de la inmigración tiene que ser tratado de forma global e integrada al informar a la prensa de las conclusiones de la denominada VI Conferencia sobre Migraciones en el Mediterráneo Occidental. El ministro de Trabajo e Inmigración español, Celestino Corbacho, dijo que la cita sirvió para constatar la importancia de la necesidad de combatir la inmigración ilegal. Corbacho remarcó que es cada vez más necesario contar con políticas compartidas por todos los países implicados en los flujos migratorios. En el documento que puso fin a la conferencia, las delegaciones participantes señalan la necesidad de agilizar la movilidad legal para fines laborales entre las dos orillas del Mediterráneo. En este sentido urgen a la celebración de acuerdos para la circulación de mano de obra, tanto cualificada como no, y a dar apoyo a los emigrantes legales que deseen regresar de forma temporal o definitiva a sus países de origen. El documento también pide mejoras en la información sobre las necesidades del mercado de trabajo, en los países de origen y en los de destino, a través de la creación de centros de formación e información sobre oportunidades de empleo. En esa línea, la conferencia resaltó la importancia que tendría incrementar la colaboración de los servicios consulares de todos los países involucrados en el proceso. La declaración llama la atención sobre el esfuerzo que debe hacerse en los países de acogida para evitar la discriminación a los inmigrantes.