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La Fiscalía acusa al primer ministro israelí de fraude y evasión de impuestos, entre otros cargos

Un testigo asegura que prestó 50.000 dólares a Olmert para su uso personal

El empresario estadounidense califica sus aportaciones de «legítimas»

El empresario estadounidense Morris Talanksy a su salida del tribunal de Jerusalén en el que declaró

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efe | jerusalén

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Morris Talanksy, principal testigo en la investigación por corrupción a Ehud Olmert, reconoció ayer ante un tribunal que prestó unos 50.000 dólares al actual primer ministro israelí para gastos personales y que éste nunca los devolvió. El empresario estadounidense admitió que hizo contribuciones «legales» a Olmert para sus campañas electorales y, además, financió algunos de sus gastos personales en concepto de préstamo, informaron medios locales. Entre estos préstamos estaría una cantidad de entre 25.000 y 30.000 dólares que Olmert habría solicitado para financiar sus vacaciones familiares a Italia en el año 2004. Talanksy también aseguró que prestó otros 15.000 dólares a Olmert y le pidió que se los devolviera lo antes posible, una deuda que el Primer Ministro aún no ha saldado. Otro de los préstamos que aún no han sido reembolsados son una cuenta de 4.700 dólares por una estancia de tres días en el hotel Ritz-Carlton de Washington y otros utilizados para que el político viajase en primera clase en avión. Campaña a la alcaldía Talansky indicó al Tribunal que ayudó a financiar la campaña electoral de Olmert a la alcaldía de Jerusalén en 1993 y que siguió dándole dinero mientras este era ministro de Comercio e Industria. En los últimos quince años, el estadounidense habría transferido a Olmert (muchas veces en sobres en efectivo), alrededor de 150.000 dólares, aportaciones que calificó ante el tribunal de «legítimas». La Fiscalía, sin embargo, calcula que Olmert podría haber recibido de Talansky hasta 500.000 dólares en ese periodo. En cuanto a los «préstamos personales», el empresario estadounidense de 75 años aseguró que pidió reiteradamente la devolución del dinero a Olmert y que llegó a reunirse con su hijo para tratar la cuestión. Talansky dijo no tener conocimiento sobre el uso que se dio a los fondos y declaró: «Sólo se que le gustaban los cigarros caros. Le encantaban los bolígrafos y los relojes». También negó que los pagos constituyeran sobornos y aseguró que «nunca esperé nada a cambio». El Departamento de Fraude de la Policía ha interrogado en las últimas semanas en dos ocasiones a Olmert, ha investigado a su jefa de buró en aquella época, Shula Zaken, y ha registrado y confiscado documentos en la Alcaldía de Jerusalén y el Ministerio de Comercio e Industria. La Fiscalía considera a Olmert sospechoso de fraude, abuso de confianza, evasión de impuestos, violación de la Ley del Regalo y no declaración de los ingresos de efectivo, según establece la ley. El primer ministro israelí se ha comprometido a dimitir en caso de ser acusado formalmente, lo que podría poner en peligro las negociaciones de paz que Israel mantiene con los palestinos y con Siria.