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Más expulsiones, aprendizaje del idioma y visados biométricos, entre las medidas propuestas

Sarkozy quiere un pacto europeo de mano dura con la inmigración

Lo propondrá en el segundo semestre del año cuando ocupe la presidencia de la UE

Sarkozy ofreció a su homólogo polaco facilidades para sus trabajadores

Publicado por
Fernando Iturribarría - parís
León

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Nicolas Sarkozy va a proponer durante la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), en el segundo semestre de este año, una política coordinada de represión de la inmigración ilegal en virtud de un acuerdo que espera cerrar en octubre entre los estados miembros El «pacto sobre inmigración'»supondrá un endurecimiento de la normativa vigente mediante la introducción de medidas como la multiplicación de las expulsiones, los visados biométricos y los contratos de integración. Estos dispositivos exigirán el aprendizaje obligatorio de la lengua del país de acogida y el respeto escrupuloso de «valores nacionales y europeos» como la igualdad de sexos o la tolerancia. Un borrador de trabajo divulgado por el rotativo británico Financial Times admite que la UE necesita emigrantes por razones económicas y demográficas pero subraya que «Europa no tiene medios para acoger dignamente a todos los que ven un El Dorado en ella». Por consiguiente, la presidencia francesa plantea impulsar el retorno a su país de origen del inmigrante que entra de forma ilegal y sugiere que la inmigración quede restringida a los extranjeros que cuenten con las calificaciones requeridas por las necesidades laborales del país que los recibe. El documento preconiza generalizar los acuerdos de readmisión con los países origen de la inmigración, como los que Bruselas negocia actualmente con Marruecos, Pakistán y Turquía, pero con la recomendación de hacer uso en las discusiones de «todos los instrumentos diplomáticos y comerciales». París alega que ahora sólo se expulsa a uno de cada tres inmigrantes irregulares. Según las cifras oficiales más de 200.000 indocumentados fueron detenidos en la UE durante la primera mitad de 2007, de los que menos de 90.000 fueron conducidos a las fronteras comunitarias. La Comisión Europea estima en ocho millones la cifra de ilegales. La iniciativa francesa plantea, asimismo, que la inmigración legal tenga en cuenta las necesidades del mercado laboral del país de acogida con la finalidad de permitir la entrada a trabajadores de sectores donde escasea la mano de obra. Según el periódico, París discute el texto con otras capitales y admite que el texto final puede quedar suavizado. Según estos círculos oficiales, la filosofía del pacto puesto sobre la mesa europea estriba en reforzar la lucha contra la inmigración ilegal sin vulnerar los derechos de los peticionarios de asilo. De hecho, recuerdan que Francia es, con Suecia, el país europeo que mayor número de respuestas positivas concede a ese tipo de demandas.