Rusia se plantea usar la fuerza para liberar a una tripulación rusa de los piratas

Las autoridades rusas se están planteando la posibilidad de recurrir a la fuerza para liberar a los tripulantes del carguero holandés «Amiya Scan», capturado por piratas el pasado 26 de mayo frente a las costas de Somalia. El capitán del navío y tres oficiales son de nacionalidad rusa. Los otros cinco miembros de la tripulación son filipinos. El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que autoriza a cualquier barco militar a entrar en aguas somalíes y emplear «todos los medios necesarios» para liberar embarcaciones apresadas. La medida adoptada por Naciones Unidas ha sido bien acogida por la cúpula de la Armada rusa. Su portavoz, Igor Digalo, declaró que «el mando de nuestra flota se prepara para enviar navíos a la zona e intervenir». Digalo, no obstante, señaló que «el uso de la fuerza requiere una decisión política previa». Varios diputados rusos se ha pronunciado ya a favor de resolver el problema enviando un comando especial, si las actuales negociaciones no dan resultado o se constata que la vida de los secuestrados corre un serio peligro. Un representante de los delincuentes, que se identificó como Abdulahi, anunció que se ha exigido un rescate de 1.100.000 dólares (algo más de 700.000 euros). El armador, sin embargo, dice estar dispuesto a pagar no más de 450.000 euros. El tal Abdulahi aseguró que toda la tripulación «se encuentra bien de salud». Al parecer, el buque se encuentra fondeado en Eyl, un pequeño puerto pesquero en el Índico. El Ministerio de Exteriores ruso ha pedido cautela a los dirigentes somalíes y no dar pasos que puedan amenazar la integridad física de los rehenes. La Cancillería rusa estima necesario estudiar la situación con detenimiento antes de emprender cualquier acción. El «Amiya Scan», que pertenece a la empresa holandesa Reider Shipping, navegaba desde Mombasa (Kenia) hacia el puerto rumano de Constanza cuando fue abordado por los piratas. Lleva en sus bodegas equipo para perforación submarina. Es ya la sexta embarcación capturada en los últimos dos meses. En la mayoría de los casos, se han pagado los rescates. Así fue también en el caso del pesquero español «Playa de Bakio».