Los explosivos robados en Francia estaban almacenados en un sitio ilegal

Los 28 kilogramos de explosivo plástico semtex robados en un antiguo fuerte militar del sureste de Francia no deberían haber estado almacenados en esa instalación, desprovista de seguridad, indicaron ayer las autoridades. El robo del explosivo y de unos 80 detonadores en un anexo de centro de la Seguridad Civil en Corbas, a las afueras de Lyon, fue descubierto el viernes, pero se cree que tuvo lugar unos días antes. El fuerte, que pasó del Ministerio de Defensa al del Interior en 2005, no estaba destinado al almacenamiento de explosivos, por lo que la falta de vigilancia era «normal», dijo un portavoz de la Prefectura del Ródano. El semtex es un explosivo potente, inodoro, muy difícil de detectar, que diferentes grupos terroristas han utilizado. Basta una pequeña cantidad para destruir un avión, como ha demostrado el atentado contra el aparato de Pan Am sobre Lockerbie (Escocia), en 1988, señalan los expertos. La fiscalía antiterrorista de París ha encargado la investigación del robo a la Subdirección Antiterrorista y al servicio regional de la policía judicial de Lyon. Las pesquisas entre los habitantes de la zona han concluido sin resultados, dado que el fuerte está en una zona apartada, indicaron fuentes próximas a la investigación. Los investigadores no tienen de momento información sobre la autoría del robo: «Puede haber sido cualquiera», dijo una fuente. «Pensamos más bien que no fue ETA», precisó, al argumentar, entre otros puntos, que de haber sido la banda terrorista vasca «se habría llevado todo».