Su mujer fue condenada por cargos de fraude y blanqueo de dinero
El británico que fingió su muerte fue condenado a seis años decárcel
El hombre y su mujer, que engañaron a sus propios hijos, querían estafar a la compañía de seguros
John Darwin, el británico que «volvió de la muerte», y su esposa, Anne, fueron condenados ayer a más de seis años de prisión por fingir el fallecimiento del hombre, incluso ante sus propios hijos, para estafar a las compañías de seguros. Anne Darwin, de 56 años, convenció a las aseguradoras y la policía británica, pero también a amigos y familiares, de que su marido había muerto en un accidente cuando salió a navegar con su canoa en marzo del 2002, desde cuando permanecía en paradero desconocido. La mujer fue condenada a seis años y seis meses de prisión, tras ser declarada culpable ayer de seis cargos de fraude y nueve de blanqueo de dinero por su participación en una estafa que asciende a 250.000 libras (más de 315.000 euros). John Darwin, un ex funcionario de prisiones de 57 años, fue condenado a seis años y tres meses de cárcel tras declararse culpable, en una vista previa, del fraude que la pareja urdió mientras se precipitaban a la bancarrota. La pareja planeaba comenzar una nueva vida en Panamá, pero el complot quedó al descubierto después de que John Darwin fuese detenido bajo sospecha de fraude tras presentarse el pasado diciembre en una comisaría de Londres. «Coacción marital» Durante el juicio, que duró una semana, la señora Darwin alegó «coacción marital», es decir, que había actuado en contra de su voluntad presionada por su marido, pero el jurado desestimó esos argumentos de la defensa después de que la acusación presentase los correos electrónicos que la pareja se había intercambiado. Al dictar sentencia, el magistrado aseguró que las «verdaderas víctimas» de la pareja habían sido sus hijos, Mark, de 32 años, y Anthony, de 29.