El presidente de Paraguay deja el poder en medio de acusaciones de corrupción

Nicanor Duarte, que hace cinco años llegó a la Presidencia de Paraguay con promesas de amplias reformas, deja este viernes el cargo entre acusaciones de corrupción y una crisis por el control del Partido Colorado, por el que fue elegido senador. Duarte ofrece hoy una cena a los jefes de Estado invitados al acto de investidura de su sucesor, Fernando Lugo, y al día siguiente «entregará el mando presidencial», recordó ayer el canciller, Rubén Ramírez, tras reunirse con el gobernante saliente. Duarte le recibió en su residencia de un barrio de Asunción después de haber dejado la semana pasada la casa presidencial y hace dos días el Palacio de Gobierno en el más absoluto silencio, en contraste con la puesta en escena que tuvo su llegada al cargo. «Estamos dejando un país básicamente ordenado, con una buena economía, con una estabilidad política inédita», aseguró ayer Duarte Frutos a la radio local 650 AM.