Ambas partes acordaron la «pronta» firma de sendos acuerdos de cooperación y asistencia mutua
Abjasia y Osetia aceptan su papel de países satélites de la nueva Rusia Las tropas rusas abandonan los territorios georgianos La UE ofrece a Ucrania un acuerdo de asociación para el año 2009
Moscú desplazará a las regiones separatistas 3.800 soldados rusos y enviará embajadores
Rusia dio ayer un espaldarazo definitivo a la independencia de Osetia del Sur y Abjasia al establecer relaciones diplomáticas con esas dos regiones separatistas georgianas. Al mismo tiempo, comenzó a cumplir el acuerdo alcanzado la víspera con la Unión Europea (UE) para la retirada de sus tropas de la zona de seguridad, es decir, del territorio georgiano administrado por Tiflis. «Hemos intercambiado notas, que representan el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Abjasia, y entre Rusia y Osetia del Sur», aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia. El jefe de la diplomacia rusa adelantó que la Cancillería nombrará en breve embajadores, tras lo que se abrirán sendas legaciones diplomáticas en las capitales suroseta, Tsjinvali, y abjasa, Sujumi. Lavrov hizo este anuncio tras reunirse en Moscú con los jefes de las diplomacias abjasa, Serguéi Shamba, y suroseta, Murat Dzhioev, que expresaron su deseo de establecer en el futuro relaciones diplomáticas con otros países. Antes de la proclamación de la independencia de Kosovo (17 de febrero), el propio Lavrov advirtió de que la secesión de esa región serbia abriría la «caja de Pandora» de las aspiraciones independentistas de muchas otras regiones. Moscú y esas regiones separatistas acordaron ayer la «pronta» firma de sendos acuerdos de amistad, cooperación y asistencia mutua en caso de agresión exterior, similares a los que la URSS suscribía con los países miembros del Pacto de Varsovia. «Rusia, Abjasia y Osetia del Sur tomarán todas las medidas a su alcance para eliminar las amenazas a la paz, a través de la prevención (...) y la resistencia a la agresión por parte de otros Estados», apuntó. El ministro ruso insistió en que el artículo 61 de la carta fundacional de la ONU (autodefensa colectiva) permite que unos países acudan en defensa de otros que han sido víctimas de una agresión militar. El acuerdo de asistencia mutua también abre la posibilidad de que Rusia utilice las infraestructuras ya existentes o construya nuevas instalaciones militares en el territorio de esas repúblicas separatistas. Poco antes, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, aseguró que Rusia había acordado con Abjasia y Osetia del Sur el emplazamiento de hasta 3.800 soldados rusos en cada una de esas regiones. «No serán tropas de paz, sino un contingente de tropas regulares (...) desplegadas en calidad de fuerzas extranjeras a petición de otra parte para garantizar su seguridad», matizó Lavrov. Las tropas de paz rusas comenzaron ayer a abandonar sus puestos de control en territorio georgiano administrado por Tiflis, según fuentes oficiales de Georgia. El primer puesto en ser desmantelado se encuentra en la región de Chjorotskussk, en el oeste de Georgia, cerca de la frontera con la región de Abjasia. Unidades abjasas también comenzaron a replegarse de Ganmujuri, entre el júbilo de los residentes locales, que izaron una bandera georgiana, según la televisión. El Consejo de Seguridad Nacional de Georgia cifró en 24 el número de puestos de control rusos en territorio administrado por Tiflis. | efe La Unión Europea (UE) ofreció ayer a Ucrania la firma de un acuerdo de asociación en 2009, reconoció los valores comunes y dejó la puerta abierta a un «futuro desarrollo adicional» de las relaciones, que no excluye la adhesión de la antigua república soviética. Así consta en la declaración conjunta de la cumbre celebrada en París por el presidente de turno de la UE, el francés Nicolas Sarkozy; el dirigente ucraniano, Víctor Yúschenko; el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Según aseguró Sarkozy en rueda de prensa, el acuerdo -impulsado en el contexto de la crisis rusa con sus ex repúblicas caucásicas y las convulsiones internas en Ucrania- «no cierra ninguna puerta» a una eventual adhesión. Su colega ucraniano hizo hincapié en que los Estados que han entrado en el club comunitario desde los años 80 comenzaron por firmar tratados similares y, por ello, calificó la cumbre como un éxito. Para Yúschenko, la situación es «histórica», ya que, a su juicio, abre un camino que «nos puede llevar a la victoria». Como país europeo Los Veintisiete reconocen en el texto aprobado ayer que «Ucrania, como país europeo, comparte una historia común y unos valores comunes con los países de la UE» y «dan la bienvenida» a las aspiraciones europeas de la república. A pesar de esta declaración común, en el seno de la UE hay profundas diferencias sobre la postura que debe adoptarse respecto a los países fronterizos con Rusia.