| Crónica | La carrera hacia la Casa Blanca |
Ponerle pintalabios a un cerdo
La candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, está en el ojo de un huracán político que tiene como epicentro un pintalabios, que ha puesto al rojo vivo la campaña electoral
La gobernadora de Alaska y candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, está en el ojo de un huracán político que tiene como epicentro un pintalabios, que ha puesto al rojo vivo la carrera por la Casa Blanca. «Uno puede ponerle pintalabios a un cerdo y seguirá siendo un cerdo», dijo el candidato presidencial demócrata Barack Obama durante un acto electoral a última hora de ayer martes. El senador echó mano de ese refrán popular, que equivaldría en español al dicho de «aunque la mona se vista de seda, mona se queda», para decir que por mucho que McCain y Palin adornen sus políticas económicas éstas son como las de la actual Casa Blanca. El comentario fue ampliamente interpretado como una respuesta a una broma de Palin durante la reciente Convención Republicana, en la que dijo que la diferencia entre una madre aficionada al hockey como ella y los peligrosos perros de raza pit bull es la barra de labios. Obama aseguró ayer que el suyo fue un comentario «inocente» que se sacó de contexto y que los republicanos han utilizado para acusarlo de sexismo en un nuevo anuncio que calificó de «escandaloso». Afirmó que no dejará que los republicanos ganen otras elecciones apoyándose en lo que calificó de «mentiras y falsa indignación». La campaña de Obama dijo, además, que McCain ha utilizado la misma expresión en distintas ocasiones, una de ellas el año pasado para referirse al plan para reformar la sanidad pública de la senadora demócrata Hillary Clinton sin que se le acusara de sexista.