Chávez intenta internacionalizar suenésima crisis contra los«yanquis»

En Venezuela se viven desde el jueves días movidos. A la agitación por la denuncia de un complot para asesinar al presidente Hugo Chávez bombardeando el palacio de Miraflores se sumó por la noche el anuncio de la expulsión del embajador de Estados Unidos, Patrick Duddy, por solidaridad a una medida similar tomada por el mandatario de Bolivia, Evo Morales. Así se internacionaliza una crisis bilateral que amenaza un efecto dominó: el gobierno de Honduras suspendió la recepción de credenciales del nuevo embajador estadounidense. El origen del nuevo distanciamiento nació en Bolivia y los violentos choques entre simpatizantes y civiles opuestos a su gobernante indígena. Los autonomistas iniciaron hace dos semanas una ola de asaltos a instalaciones estatales como protesta para que el gobierno les devuelva parte del impuesto de los hidrocarburos. La violencia se salda con al menos 9 muertos y un centenar de heridos. Con pérdidas millonarias porque la explosión en un gasoducto obligó a cortar el suministro a Brasil, Morales acusó al embajador de EE.UU. en La Paz, Philip Goldberg, de meterse en asuntos internos del país al apoyar a sus opositores y ordenó su expulsión. Un día después, lo que era un conflicto bilateral se internacionalizó. Chávez demostró ser amigo de sus amigos. «A partir de este momento tiene 72 horas el embajador yanqui en Caracas para salir de Venezuela, en solidaridad con Bolivia y el pueblo de Bolivia», dijo en un acto partidista para las elecciones regionales de noviembre. «Váyanse al carajo» Luego ordenó: «Señor canciller (Nicolás) Maduro, mande por nuestro embajador antes de que lo echen de allá. Que regrese a la patria». «Cuando haya un nuevo gobierno en EE.UU. mandaremos un embajador», añadió. Y entre camisetas rojas y banderas venezolanas, el líder bolivariano soltó algunas de sus lindezas: «Váyanse al carajo, yanquis de mierda (...) Ya basta de tanta mierda de ustedes, yanquis de mierda». Además, advirtió que suspendería el suministro de petróleo a Estados Unidos, su principal cliente, si su gobierno es agredido: «Hago responsable por el envío petrolero de Venezuela (al gobierno de) aquel país, si viniera alguna agresión hacia Venezuela. No habrá petróleo para el pueblo de EE.UU.». No es la primera vez que Chávez lanza esta amenaza pero nunca la ha concretado. Por su parte, Chávez recordó que la presencia de aviones militares rusos en territorio venezolano corresponde a las relaciones de amistad entre ambas naciones. Las Fuerzas Armadas de Bolivia advirtieron ayer de que no «tolerarán» más la acción de grupos radicales que han originado enfrentamientos en el país y atentado contra la seguridad nacional, durante una oleada de protestas violentas. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo Antelo, se pronunció así en una rueda de prensa junto al alto mando militar, en la que también se rechazó la «intromisión» del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en asuntos internos del país. «Advertimos que no vamos a tolerar más el accionar de grupos radicales y violentos» aseguró. | efe