En Bagdad declaran el toque de queda tras elevarse a 22 los muertos por el ataque de Balad Ruz
Dos atentados en Irak causan la muerte de tres personas y dejan otras 16 heridas
El general Raymond Odierno toma el mando de la Fuerza multinacional en Irak
Al menos tres personas, entre ellas dos miembros de las fuerzas de elite del Ministerio del Interior iraquí, murieron ayer y otras 16 resultaron heridas en distintos ataques en Irak, según fuentes del Ministerio del Interior. Las fuentes explicaron que dos miembros estas fuerzas, denominadas «Maghawir», fallecieron por el estallido de un artefacto explosivo al paso de su patrulla por la localidad de Ur, 30 kilómetros al sur de Bagdad. Otros tres agentes de las fuerzas de elite iraquíes resultaron heridos por la explosión, afirmaron las fuentes, que agregaron que varios vehículos militares de la patrulla atacada sufrieron daños. Por otro lado, un civil perdió la vida por disparos de insurgentes contra el coche en que viajaba por el barrio de Rashad, en la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad. En la zona de Al Shaab, al noreste de Bagdad, ocho personas, entre ellas cinco policías, resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo contra una patrulla de policía cerca de una mezquita chií. En otro ataque contra la policía, que se produjo en circunstancias parecidas, otras cinco personas resultaron heridas en el barrio de Al Yarmuk, al oeste de Bagdad. Por otro lado, el Ministerio de Defensa iraquí afirmó hoy en un comunicado que 31 supuestos insurgentes han sido detenidos en las últimas 24 horas en operaciones lanzadas en el marco del plan de seguridad «Aplicamos la Ley» en Bagdad. En la ciudad de Basora, en el sur de Irak, otros siete sospechosos de estar implicados en crímenes han sido detenidos, mientras en Al Kut, 150 kilómetros al sureste de Bagdad, tres rebeldes más han sido arrestados, agregó la nota. Toque de queda Por otro lado, la cifra de víctimas en el atentado del lunes en Balad Ruz, en el este de Irak, ha subido a 22 muertos y 35 heridos, según fuentes policiales iraquíes, que también informaron de que se ha declarado el toque de queda en esta ciudad. Con anterioridad, las fuentes habían señalado que veinte personas habían perdido la vida y otras treinta habían resultado heridas después de que una mujer terrorista suicida detonara un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo en medio de un «iftar», comida con la que los musulmanes rompen el ayuno en el mes sagrado de Ramadán. El atentado se perpetró en la vivienda de un antiguo miembro de la Policía, identificado como Adnan Shukr, que también falleció. Shukr había sido puesto en libertad tras ser detenido por las tropas estadounidenses y organizó el banquete en su casa para celebrar su liberación. Balad Ruz, situada a 45 kilómetros al este de Baquba, capital de la provincia oriental de Diyala, ha sido en el pasado escenario de otros atentados perpetrados por la insurgencia suní, y es todavía uno de los bastiones de la red terrorista Al Qaeda en Irak. El ataque coincidió con los preparativos para el traspaso de poderes del actual comandante en jefe del Ejército de EE.UU. en Irak, David Petraeus, a su sucesor Raymond Odierno.