Ban ki-Moon declaró que «la crisis global financiera pone en peligro todo nuestro trabajo»
La crisis financiera ensombreció el último discurso de Bush ante la ONU
El presidente se despidió de esta institución con la que mantuvo una relación más que espinosa
La crisis financiera en EE.UU., que ha hecho saltar las alertas en las economías mundiales, ensombreció ayer el último discurso del presidente George W. Bush ante la ONU, en el que lanzó un mensaje de tranquilidad a los demás gobernantes. Bush, que se despidió ayer de esta institución multilateral, con la que en su día mantuvo una relación algo más que espinosa, también lanzó un llamamiento a fortalecer a la ONU y a instituciones similares, que juzgó «más necesarias y de modo más urgente que nunca». Ante la inquietud generada en los mercados por la crisis financiera de EE.UU., el presidente intentó lanzar un mensaje de tranquilidad a los dirigentes mundiales al asegurarles que ha «adoptado medidas audaces para hacer frente» a esta situación. El plan de rescate que ha propuesto el Tesoro, valorado en 700.000 millones de dólares (475.500 millones de euros), se aprobará «en el marco temporal necesario», prometió el presidente. El Congreso y la Casa Blanca tratan de llegar a un acuerdo sobre la legislación que haga realidad ese plan para su aprobación antes de que termine la semana, cuando el Capitolio suspenderá sus sesiones ante la proximidad de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre. Antes de una semana Ambas partes han expresado su determinación a aprobar la medida antes de que expire la semana, ante la gravedad de la crisis, aunque les separan aún diferencias en torno a los mecanismos de supervisión del plan, entre otros asuntos. Bush reconoció la inquietud que ha creado este toma y daca entre la Casa Blanca y el Congreso, al admitir ante los otros gobernantes que las economías «están más estrechamente conectadas que nunca». Varios dirigentes aludieron también a la crisis en su intervención ante la Asamblea General de la ONU. El secretario general del organismo, Ban ki-Moon, declaró que «la crisis global financiera pone en peligro todo nuestro trabajo». Pero Bush no se limitó a hablar de la crisis económica. Buena parte de su discurso reiteró algunos de sus «leitmotiv» en los foros internacionales, la necesidad de la colaboración en la lucha contra el terrorismo y de una intensa vigilancia contra la proliferación nuclear.