Rafael Correa trabaja en el proceso de transición constitucional tras el triunfo del referendo en Ecuador
Con un nuevo triunfo electoral bajo el brazo, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, empieza a trabajar en un proceso de transición constitucional, con la mira puesta en los próximos comicios presidenciales. Los más recientes datos oficiales preliminares del Tribunal Supremo Electoral indican que, con el 82,40 de los votos escrutados, el «sí» lidera la cuenta a nivel nacional con 64,02 por ciento. El «No» a la nueva constitución que pedía la oposición, ha sido respaldado por el 28,14 por ciento de los votantes, en tanto que el voto nulo representa un 7,17 por ciento y el blanco 0,68 por ciento, con una abstención promedio del 23 por ciento. Aunque los sondeos oficiosos daban cuenta ayer de que el «Sí» triunfaba sobre el «No» también en Guayaquil, epicentro de la tensión política los últimos días, los datos oficiales preliminares daban cuenta ayer de una ligera ventaja del «No», pero aún ninguna de las dos tendencias logra la mitad más uno de los votos válidos. De acuerdo al TSE, cuando se ha escrutado ya el 91,63 por ciento de las juntas en Guayaquil, la opción del «no» obtiene 47,01 por ciento, seguido de cerca por el «sí», con 45,66 por ciento, en tanto que los nulos llegan al 6,83 por ciento y los blancos al 0,50 por ciento. El presidente del TSE, Jorge Acosta, espera tener, a más tardar hoy, los resultados definitivos de la votación, aunque ayer advirtió que aún está rezagado el escrutinio de los votantes en el exterior. Para el jefe de Estado, los resultados arrojan un triunfo contundente de las tesis del Gobierno, uno de cuyos ejes fundamentales ha sido desde la campaña presidencial del 2006 la redacción de una nueva Carta Magna que siente las bases para acabar con lo que él llama «la larga noche neoliberal». Pidió que «la elite reflexione y deje avanzar al país en paz» e insistió en la necesidad de unidad y diálogo en el país. Correa señaló que está dispuesto a servir a la patria aunque aseguró que no tiene «interés en el poder». Aclaró que, pese a estar cansado, estará donde le pida Alianza País, donde, aseguró, también tiene oposición.