Siria acusa a Estados Unidos de cometer una «agresión terrorista»

«Los americanos lo hicieron a la luz del día, eso significa que no es un error, sino que hubo una tajante determinación. Por ello consideramos que se trata de un acto de agresión terrorista». Con estas palabras, el ministro de Exteriores del régimen sirio, Wallid al Mualem, culpó ayer severamente a la administración estadounidense del ataque perpetrado la tarde del domingo cerca de la ciudad de Abu Kamal, a escasos kilómetros de la frontera con Irak, que dejó ocho muertos. La dureza de la acusación suponía ayer un punto de inflexión en la política de acercamiento que Siria, sin abandonar nunca su alianza con Irán y Hizbulá, ha venido manteniendo con respecto a Washington. Un intento de aproximación, destinado a reconciliarse con el club de Occidente y con los países árabes «moderados» que, -de confirmarse la autoría norteamericana del bombardeo-, habría sido definitivamente despreciado por George Bush. «Los americanos han decidido humillar a Siria, están hartos de los juegos de Bashar al Assad», interpretaba ayer el diario de mayor tirada de Israel, el Yedioth Ahronoth , «cada vez que sus relaciones están tranquilas, (el presidente sirio) castiga abriendo sus fronteras a la yihad global que entrenan en suelo libanés, permanecen en suelo sirio y actúan contra las fuerzas americanas en Irak. Pero esta vez, EE UU ha decido enviarles un mensaje público, ruidoso y humillante». A la espera Pero el jefe de la diplomacia de Damasco iba más allá al advertir en Londres, tras un encuentro con su colega británico, David Miliband, de las consecuencias que aguardan a los norteamericanos. «Si vuelven a hacerlo, nosotros defenderemos nuestro territorio», amenazó, sólo horas después de que el Gobierno de Bashar al Assad hubiera llamado a consultas al encargado de negocios de EE UU en Siria -máxima representación norteamericana en el país- para trasladarle la denuncia y condena formales por el bombardeo. Paralelamente, el Ejecutivo sirio se dirigía al Gobierno de Bagdad para reclamar también una «investigación inmediata sobre esta grave violación» y exigir que el suelo iraquí no sea utilizado como plataforma para «agresiones» contra Siria. La ira oficial de Damasco resonaba también en el mensaje del embajador sirio en el Reino Unido, Sami al-Khiyami, que reiteró que su gobierno está a la «espera de una declaración de los estadounidenses» para decidir qué medidas adoptar.