Polonia planta a Rusia en su intento de impedir el escudo antimisiles
El Gobierno de Donald Tusk ha retrocedido ante las pretensiones de Rusia de impedir la instalación en Polonia y Chequia de una base de escudos antimisiles estadounidense (ABM), y acepta ahora la presencia «casi permanente» de observadores rusos en territorio polaco para controlar este complejo militar. El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, anunció la disposición del Ejecutivo de Donald Tusk en Washington, donde se encuentra en visita oficial. Fuentes de su ministerio confirmaron hoy a Colpisa que «el Gobierno polaco busca el diálogo con Rusia, y lo que ha dicho Sikorski demuestra que Polonia no tiene nada que ocultar, ni pretende con este sistema de defensa antimisiles amenazar la seguridad de Rusia, país con el que no queremos volver a la guerra fría». El anuncio del ministro de Exteriores polaco podría desencadenar nuevos enfrentamientos entre el Gobierno y el jefe del Estado, el conservador Lech Kaczynski, que mantiene una postura de dureza frente al Kremlin y, junto con las repúblicas bálticas, encabeza el polo antiruso en la UE. Washington tiene la intención de desplegar un radar en Chequia -a 100 kilómetros al sudoeste de Praga- y una base con 10 misiles interceptores en Polonia, cerca de la ciudad de Slupsk, en el noreste del país, bajo el pretexto de protegerse de supuestos ataques de países como Irán y Corea del Norte.