| Reportaje | Hacia la Casa Blanca |
Rivales para la historia
El presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, integra en su Ejecutivo a antiguos enemigos en un modelo inspirado en su admirado Lincoln
nueva york
Hace cerca de dos años, el joven senador Barack Obama desafió temperaturas de 15 grados bajo cero para anunciar su candidatura a la presidencia de EE.UU. en los mismos escalones donde su admirado Abraham Lincoln lanzase su famosos discurso contra la esclavitud 150 años antes. Su esposa Michelle lo consideró una locura. Él, «un poco presuntuoso», admitió.
Con el tiempo, esa «audacia» ganaría peso y cada vez le resultaría más fácil caminar en los zapatos del de cuyo nacimiento se cumplirán 200 años cuando cuelgue su retrato en la galería de la Casa Blanca. No hay mejor pista para interpretar lo que será el Gobierno de Obama que un paseo por la historia. De Lincoln, de la reciente campaña presidencial y del famoso
(Equipo de Rivales) que Steven Spielberg llevará al cine, a cuya imagen y semejanza está montando el gabinete.
El propio Bill Clinton aseguró esta semana a la CNN que se quedó sorprendido cuando Obama le ofreció el puesto de secretaria de Estado a su esposa. Si hubiera puesto más atención a sus palabras lo hubiera visto venir. Era 22 de mayo. A Obama se le consideraba ya el virtual ganador de las primarias demócratas, aunque Hillary Clinton siguiera empeñada en llevar su lucha hasta el final. Muchas voces pedían a gritos que le ofreciera la vicepresidencia para acabar de una vez con esa amarga división que amenazaba con arruinar la victoria demócrata en noviembre.
Más sobre la campaña
Sereno y pragmático como es, el senador de Illinois ignoraba esas voces, pero tampoco se preocupaba de ganar las primarias en sitios como Dakota del Sur, sino que ese día hacía campaña presidencial en un centro judío de Boca Ratón (Florida). «Usted está a punto de lograr una nominación histórica verdaderamente maravillosa», apuntó uno de los asistentes, «pero ambos sabemos que a menos que usted y nosotros ganemos en noviembre, esto será sólo una nota a pie de página. Así que mi pregunta es: Cuando llegue la hora, ¿estará dispuesto a considerar a todo el mundo que pueda ayudar como posible pareja electoral, incluso si la esposa de él o de ella resulta ser ocasionalmente un dolor de cabeza?». El votante hablaba de elegir a Hillary Clinton como vicepresidente.
Obama miraba más allá cuando le habló de ese «maravilloso libro escrito por (la premio Pulitzer) Doris Kearns Goodwin llamado -˜Team of Rivals-™, en el que cuenta básicamente cómo Lincoln puso en su gabinete a toda la gente contra la que había luchado, porque cualesquiera que fueran sus sentimientos personales, el tema era cómo vamos a sacar este país adelante en estos tiempos de crisis», le contestó el candidato. «Y eso no excluye a ningún republicano», aclaró.
Lincoln dio las carteras más importantes de su gabinete a los cuatro hombres con los que había disputado la lucha por la nominación del Partido Republicano, y más tarde el gabinete de guerra a un demócrata. Obama tiene ya a tres rivales de su formación en su equipo -”Joe Biden, Hillary Clinton y Bill Richardson-” y ha dejado como jefe del Pentágono al republicano Robert Gates.
Lincoln sólo había sido congresista durante un mandato, como Obama no había terminado el primero. Ambos eran vistos como los candidatos menos probables de ganar ante un pelotón de veteranos.
Los dos se hicieron famosos por la elocuencia de sus discursos que atraían a las masas. El libro que mencionaba Obama sostiene que la genialidad de Lincoln fue ganarse el respeto de sus competidores.