Es la primera vez, desde 1981, que los presidentes de EE.UU. se reúnen para comer en la residencia
Obama recibe los consejos de sus predecesores en la Casa Blanca
Es la primera vez, desde 1981, que los presidentes de EE.UU. se reúnen para comer en la residencia
El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, tuvo ayer ocasión de recibir consejos y recomendaciones de todos sus predecesores vivos en un almuerzo en la Casa Blanca que describió como «una reunión extraordinaria». Los ex mandatarios Jimmy Carter, George Bush y Bill Clinton, junto al presidente actual, George W. Bush, y Obama, compartieron ayer un almuerzo por espacio de una hora, en la primera ocasión en que todos los presidentes de EE.UU. vivos se reunían para almorzar en la Casa Blanca desde 1981. El almuerzo se desarrolló a estricta puerta cerrada aunque previamente los cinco comparecieron ante la prensa en el Despacho Oval para una sesión fotográfica. Bush, el presidente actual, se colocó en el centro, junto a Obama y Clinton. En los extremos quedaron George W. Bush y Jimmy Carter. Todos ellos aparecieron sonrientes y relajados. En unas breves declaraciones, el presidente saliente aseguró a Obama, que asumirá el poder el próximo día 20, que «todos nosotros queremos que tenga éxito». «Seamos demócratas o republicanos, amamos este país, y en la medida que podamos tenemos muchas ganas de compartir nuestras experiencias con usted. Todos los que hemos ocupado esta oficina entendemos que el cargo está por encima del individuo», agregó Bush. Agradecimientos a Bush Por su parte, Obama agradeció a Bush el haber accedido a ser el anfitrión de «esta extraordinaria reunión» y afirmó que a lo largo del almuerzo esperaba recibir «buenos consejos y camaradería» de sus predecesores en la Casa Blanca. «Todos estos caballeros presentes entienden tanto las presiones como las posibilidades de este cargo», sostuvo Obama, ante los gestos de asentimiento del presidente saliente. La reunión de ayer era la primera de todos los presidentes estadounidenses vivos desde 1981 en la Casa Blanca, cuando Ronald Reagan recibió a Carter, Richard Nixon y Gerald Ford antes del entierro del presidente egipcio asesinado Anwar el Sadat. Los mandatarios estadounidenses apenas suelen reunirse y cuando lo hacen, en general, se debe a motivos de gran solemnidad, como un funeral de Estado. Antes del encuentro de ayer, Obama y Bush se reunieron a solas por espacio de cerca de media hora, en una conversación en la que se esperaba que hablasen acerca de la situación económica y la situación en Oriente Medio. Obama ha tenido buen cuidado, a lo largo de las semanas de transición, en evitar pronunciarse sobre asuntos de política exterior. Ayer mismo, durante una rueda de prensa para anunciar un nombramiento de su equipo económico, rechazó nuevamente pronunciarse sobre la situación en Gaza.