Apenas un 30 por ciento de los estadounidenses aprueba su gestión
Bush se despide con una defensa de su legado y alertando sobre el futuro
Reconoce «tropiezos» pero asegura que «hice cuanto estuvo en mi mano para mantenernos a salvo»
washington
El presidente de EE.UU., George W. Bush, se despidió el miércoles de sus ciudadanos con un discurso en el que, aunque reconoció «tropiezos», defendió sus acciones en Irak y Afganistán y advirtió contra posibles atentados en el futuro.
Bush abandonará el cargo el próximo martes con la popularidad por los suelos, pues apenas un 30 por ciento de los estadounidenses aprueba su gestión, un mínimo sólo superado por Richard Nixon.
Deja el cargo con dos guerras abiertas, en Irak y Afganistán, y la economía sumida en su peor crisis desde la Gran Depresión.
«Es posible que ustedes no estén de acuerdo con algunas de las duras decisiones que he tomado», reconoció, antes de alegar inmediatamente que «espero que estén de acuerdo en que sí estuve dispuesto a tomar decisiones difíciles».
En esta línea Bush, que hace unos años fue incapaz de reconocer un solo error al ser preguntado en una rueda de prensa, dedicó la mayor parte de su discurso a enumerar lo que consideró sus logros.
Aunque su mandato comenzó con los atentados del 11 de septiembre del 2001, su mayor éxito, a su juicio, ha sido evitar que se repitan nuevos ataques.
«A medida que los años han pasado, la mayor parte de los estadounidenses ha podido volver a su vida de siempre de antes del 11-S. Pero yo nunca lo hice. Cada mañana he recibido un informe sobre las amenazas contra nuestro país, y he prometido hacer todo cuanto estuviera en mi mano para mantenernos a salvo», declaró.
Contra el terrorismo
Durante su mandato, apuntó, se han transformado las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia, de modo que el país «está equipado con nuevas herramientas para supervisar los movimientos terroristas, congelar sus finanzas y destruir sus tramas».
Las dos guerras abiertas son también motivo de orgullo para Bush, que afirma que Afganistán es ahora «una joven democracia que lucha contra terrorismo y anima a las niñas a ir a la escuela» e Irak es «una democracia en el corazón de Oriente Medio».
Otros logros que enumeró fueron el haber recortado impuestos, reformado el sistema educativo, el aumento de los fondos contra el sida en Africa o «la promoción de los derechos humanos en el mundo».
Bush, que habló desde la Sala Este de la Casa Blanca frente a una audiencia de ciudadanos escogidos especialmente, admitió «tropiezos» y «cosas que haría de manera diferente», aunque no las detalló.
La crisis económica, que se ha convertido en la principal preocupación de los estadounidenses, apenas resultó mencionada. Cuando la aludió, fue para defender que «ante la perspectiva de un colapso financiero, tomamos medidas decididas». «Son momentos muy duros para las familias que trabajan pero serían aún más duros si no hubiéramos actuado», afirmó.