Hamás interpreta el anuncio como una nueva afrenta y afirma que no se quedará de brazos cruzados
Israel decide detener de manera unilateral la ofensiva militar en Gaza
El Gobierno hebreo no atacará la franja en los próximos diez días a pesar de no haber cumplido su objetivo
jerusalén
Israel decidió ayer detener unilateralmente la ofensiva que emprendió por su cuenta en Gaza sin haber cumplido aquel objetivo supremo de acabar con el disparo de cohetes palestinos a su territorio, por el que durante 22 días ha estado acribillando la franja en una operación que ha dejado más de 1.200 muertos. Lo hacía sin ningún tipo de acuerdo previo con Hamás, lo que era destacado por fuentes oficiales hebreas como la demostración de que los islamistas no han sacado ninguna ganancia de este conflicto, aunque era precisamente esa circunstancia la que llevaba los jefes del Movimiento de Resistencia a advertir ayer que esto no ha terminado.
Tras la aprobación por parte del Gabinete de Seguridad, el primer ministro judío, Ehud Olmert, anunciaba el viernes por la noche que sus tropas no atacarán en los próximos 10 días para dar así oportunidad a un posible acuerdo sobre un alto el fuego mutuo y duradero, a imagen de lo que hace más de dos semanas reclama la propuesta de paz franco-egipcia.
No obstante, el jefe del Gobierno israelí dejaba claro, en contra de esa iniciativa y de todas las condiciones puestas por Hamás para negociar una tregua, que sus soldados se quedarán en la franja, responderán a cualquier eventual ataque y, en ningún caso, se abrirán los pasos fronterizos hasta que el contrabando de armas a Gaza esté resuelto a entera satisfacción de los intereses de Tel Aviv. De paso, Israel introducía en la agenda para un futuro fin definitivo de su ofensiva la exigencia de que Hamás fije un calendario y reduzca sus demandas para liberar al soldado Gilad Shalit, capturado en Gaza en junio del 2006.
Desde Hamás
Lejos de dar pie a un apaciguamiento en las filas islamistas, la proclama israelí era recibida por el portavoz de Hamás en el Líbano, Osama Hamdan, como una nueva afrenta. Si ya han tenido que enterrar a más de mil muertos y, a pesar de todo, el bloqueo va a seguir asfixiando la franja, el mensaje era ayer que no se van a quedar de brazos cruzados. «Que no insinúen que nos hemos rendido porque no hemos sido derrotados ni lo seremos. Nuestra determinación, -”advertía-” es más fuerte cada día porque nuestra deuda con los mártires cuya sangre ha sido derramada es mayor: continuaremos luchando, así es que no digan que nos rendimos». Al mismo tiempo, sin embargo, una delegación islamista salida de Gaza permanecía en Egipto, cuyo presidente y mediador en esta guerra, Hosni Mubarak, reclamó durante el día a Israel acabar con sus operaciones «inmediatamente» y «sin condiciones».
A falta de tres días para la toma de posesión en EE.UU. de Barack Obama, que Israel parece querer saludar sin empañarla con bombas, el Estado judío optaba ayer por frenar sus ataques después de firmar el viernes un acuerdo por el que la administración norteamericana se encargará de cortar en seco toda entrada de armas posible a la franja de Gaza. La medida constituye uno de los fines de fondo que Israel perseguía con esta contienda, por lo que, de lograr también un compromiso de Hamás para detener el disparo de cohetes, su Gobierno podría concluir esta guerra en términos de victoria.