Nuevos enfrentamientos entre Exteriores y Defensa en Israel por el siguiente paso a dar en la franja
Olmert amenaza con responder de forma «desproporcionada» a los ataques de Gaza
El primer ministro de Israel sitúa a España a la cabeza de quienes cierran los ojos al terrorismo
jerusalén
El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, se refirió ayer por primera vez a la investigación abierta en la Audiencia Nacional contra un ex ministro y seis altos militares judíos para situar a Madrid a la cabeza de quienes hacen expresión de una «doble moral» y quienes «durante años han cerrado sus ojos al terrorismo contra los residentes del Estado de Israel y ahora se agitan para poner en entredicho y predicar moral a gente que actuó en defensa propia contra esos ataques continuados».
En declaraciones previas al Consejo de Ministros, el jefe del Ejecutivo hebreo anunció que ha encargado a su titular de Justicia, Daniel Friedmann, presidir un equipo gubernamental que decidirá acciones diplomáticas y legales destinadas a prevenir este tipo de persecuciones, al tiempo que reiteró el absoluto apoyo del Estado a los que están siendo acusados de actuaciones «presumiblemente ilegales o que contravienen los tratados internacionales». «Los oficiales israelíes que han cumplido con sus tareas para defender a los ciudadanos israelíes, y que ahora son objeto de acusaciones según pactos internacionales o acciones maliciosas, estarán completamente protegidos por el Gobierno», subrayó.
Israel asistía ayer a un nuevo enfrentamiento entre los ministros de Exteriores y Defensa y rivales en las urnas, -”Tzipi Livni y Ehud Barak respectivamente-”, a cuenta de cuál deberá ser el siguiente paso a dar en Gaza y cuál la respuesta del Estado judío a un acuerdo negociado para establecer un año de tregua con los islamistas en la franja.
El choque se producía a raíz de unas declaraciones de Ehud Olmert, que ayer amenazaba con contraatacar de manera «severa y desproporcionada» al lanzamiento el domingo a territorio judío de cuatro cohetes kassam y varios proyectiles de mortero, que no causaron daños. Livni se mostraba radicalmente partidaria de tal respuesta. Por el contrario, Barak jugaba la baza de la contención, sin perder la oportunidad de despreciar a su adversaria.