Las FARC liberan al ex gobernador Alan Jara tras siete años de cautiverio

la habana

Ayer al mediodía, el ex gobernador del Meta Alan Jara era un hombre libre. La Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lo entregaron en un lugar desconocido de la geografía colombiana a la senadora Piedad Córdoba y a la Cruz Roja Internacional que volaron en un helicóptero brasileño hacia Villavicencio, la capital del departamento.

El político liberado llegaba a la ciudad situada a 75 kilómetros al sur de Bogotá a las 2.10 de la tarde, (9.10 de la noche española). Su gran sonrisa contrastaba con las lágrimas de alegría de su esposa, Claudia Rujeles, y su hijo Alan Felipe quienes corrieron por la pista para fundirse los tres en un intenso abrazo. Luego fue saludado en la pista por el director de la Policía.

Familiares y amigos identificados con camisetas blancas con su rostro impreso lo recibieron con aplausos y pancartas. Sin embargo, faltará su madre, quien murió en el 2002 a causa de un cáncer.

Alan Jara, que fue secuestrado el 15 de julio de 2001, dijo que aparte de problemas de salud estaba bien. «Estamos bien, tranquilos. Hoy ha habido un milagro y tendrá que haber más milagros», fue lo primero que dijo el ex gobernador. Después de saludar a sus familiares se le realizó un chequeo médico. Hpy, si no hay imprevistos, se realizará la liberación del ex congresista Sigifredo López. Las FARC todavía tienen a veintidós policías y soldados que quieren canjear por unos quinientos guerrilleros presos.

«La paz en Colombia ya no tiene regreso, llegó para quedarse», dijo Piedad Córdoba antes de agradecer a las FARC por cumplir lo acordado y adelantar que seguirán otras entregas de rehenes.

No obstante, esta segunda etapa de la misión volvió a tener momentos de polémica. Por la mañana, la presidencia -"que controló directamente el operativo-" prohibió la entrada en el aeropuerto a los informadores, a la larga familia de Jara y a Colombianos por la Paz, integrada por intelectuales y sociedad civil, muy críticos con el Gobierno, provocando las quejas de todos ellos.

La limitación se tomó para evitar una filtración como la ocurrida en la entrega del soldado y los tres policías cuando Jorge Botero, periodista-delegado denunció en directo desde el punto de la entrega al canal oficial de la televisión venezolana sobrevuelos militares que casi abortan la misión. El presidente Álvaro Uribe canceló la participación de los delegados de la organización civil en los nuevos operativos. Sólo después de las peticiones de familiares y de la Cruz Roja accedió a que la única presencia fuera la de la senadora.