El presidente ultima un plan para evitar embargos masivos de viviendas
Obama ayudará a nueve millones de familias a pagar la hipoteca
La medida, con una dotación de 75.000 millones de dólares, permitirá reducir los pagos mensuales
Obama pronuncia un discurso durante su visita a la Dobson High School en Mesa, Arizona
nueva york
Primero tocó rescatar a los bancos, luego a los fabricantes de coches, después inyectar dinero para estimular la economía Ayer, por fin, le llegó el turno a los que viven ahorcados por una hipoteca, la piedra angular de una crisis «que ha puesto a prueba el sueño americano y amenaza no sólo la estabilidad de nuestra economía sino también de nuestras familias y barrios», sentenció Barack Obama.
El ambicioso «Plan de Estabilidad y Asequibilidad de la Vivienda» que anunció ayer en Phoneix (Arizona) invertirá 75.000 millones de dólares para que los propietarios puedan refinanciar sus hipotecas y reducir sus pagos mensuales.
En detalle
Por un lado el Gobierno pagaría para que los pagos supusieran un porcentaje más bajo de los ingresos familiares, y por el otro ofrecerá incentivos a los prestamistas de hasta 1.000 dólares por cada modificación de la hipoteca. Todavía podrán recibir otra compensación mensual «de éxito» para que se encarguen de que los propietarios estén al día con sus pagos ajustando la hipoteca a sus necesidades antes de que entren en números rojos.
Los propietarios también recibirán incentivos de hasta mil dólares al año durante cinco años, a deducir del total de su deuda, si son buenos pagadores.
La primera parte de este plan está destinada a ayudar a unos 4 o 5 millones de personas que si bien están al día con sus pagos han perdido tanto patrimonio en ellas con la caída de los precios que sólo poseen el 20% o menos de su valor. Por ley los bancos tenían prohibido refinanciar estas hipotecas, pero con el nuevo plan podrán hacerlo mientras no supere el 105% de su valor. Todo eso, a partir del 4 de marzo. La trampa está en que estas hipotecas deben estar garantizas por Fannie Mae y Freddie Mac, lo que deja fuera a las llamadas hipotecas «jumbo» de más de 650.000 dólares que son las que predominan en las grandes ciudades.
Según el secretario de Vivienda Shaun Donovan, las actuales proyecciones que se intentan cambiar son de 6 millones de viviendas embargadas en los próximos tres años, lo que hundiría aún más los precios y el valor de los activos hipotecarios en manos de la banca.
Otro apartado del plan estará dedicado a los morosos al borde de la bancarrota, y un tercero ampliará las garantías del gobierno sobre los préstamos en manos de Freddie Mac y Fannie Mae.