Hillary Clinton pide a España que acoja a presos de Guantánamo

nueva york

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue mucho allá del protocolo en su primera reunión con Miguel Ángel Moratinos en Washington y pidió al ministro de Exteriores el compromiso de España para acoger a presos de Guantánamo cuando se cierre el penal. Moratinos se mostró «en principio de acuerdo colaborar en la acogida de algunos detenidos, siempre y cuando las condiciones jurídicas sean aceptables».

Tras cinco años donde las relaciones bilaterales se enfriaron hasta mínimos históricos tras la decisión de Zapatero de sacar a España de la guerra de Irak, en esta primera reunión de apenas media hora ambos responsables diplomáticos abordaron además otros asuntos de mutuo interés como la situación en Afganistán, donde EE.UU. se encamina a una mayor presencia militar, el conflicto de Oriente Próximo y Cuba, donde la nueva administración norteamericana podría ensayar una nueva aproximación hacia La Habana tras 47 años de embargo a la isla caribeña.

De todos los temas, Guantánamo es de lejos el más delicado. Desde que Barack Obama prometiera la clausura de la prisión, el gobierno estadounidense ha estado barajando varias opciones sobre el destino de los detenidos considerados más peligrosos, ninguna de ellas de fácil encaje. El envío de algunos presos a cárceles en Arabia Saudí u otros países del mundo árabe es una posibilidad que sigue sobre la mesa pero que ha ido perdiendo peso dada las reservas expresadas por los aliados de EE.UU. en la zona. Y por escasas garantías de una operación que podría conducir a que algunos de los detenidos considerados más peligrosos por los servicios de inteligencia estadounidenses queden en libertad y fuera de su control.

Traslados

Otra opción en estudio implicaría llevar un número importante de presos a cárceles norteamericanas. Aquí se plantean un sin fin de cuestiones jurídicas dado que la mayoría de los presos han sido arrestados sin cargos y su traslado al continente implicaría también que sus casos fueran vistos por la justicia ordinaria. La idea de que algunos países occidentales con buenas relaciones con los países árabes aceptaran algunos de esos detenidos complace a la Casa Blanca, que aspira a erradicar la imagen dejada por la anterior administración en relación al trato dispensado a las decenas de presos. No está claro, en cualquier caso, qué tipo de presos podría acoger España ni las condiciones en las serían tratados.