Un ex trabajador metalúrgico mata a diez personas y se suicida en Alabama

nueva york

Las autoridades de la sureña Alabama seguían buscando ayer los motivos que llevaron a Michael McLendon, un antiguo trabajador de una industria metalúrgica de unos 30 años, a cometer la mayor masacre en la historia del estado. Once muertos, incluidos cinco familiares del propio asesino, quien tras protagonizar una larga huída de la policía se suicidó de un tiro en la cabeza.

La matanza comenzó cuando McLendon prendió fuego a la casa donde vivía con su madre en una zona rural cercana a los límites de Florida. La policía encontró el cadáver carbonizado de la mujer aunque todavía no ha determinado las causas exactas de la muerte. Luego, condujo su coche unos 20 kilómetros hasta el pequeño barrio de Samson donde acabó con la vida de nueve personas -cuatro de ellos miembros de su familia-, además de otras cuatro que resultaron heridas de diversa consideración. En el último capítulo de su carrera mortal, el asesino viajó otros 20 kilómetros con la policía pisándole los talones hasta la factoría en la que había trabajado hasta 2003. Tras un breve intercambio de gritos con los agentes, McLendon apuntó su arma contra sí mismo y se quitó la vida.

Según el relato policial, cinco personas fueron abatidas de golpe en el porche de una vivienda además de otra mujer de 74 años que se encontraba en la casa de al lado. Un bebé de 4 meses fue el único superviviente. Entre las víctimas mortales no relacionadas con la familia se encontraban la esposa de un sheriff del condado de Geneva y un bebé de ambos de 18 meses.

McLendon volvió a su coche y empezó a dar vueltas alrededor de Samson, disparando desde la ventanilla a todo el que se le ponía a tiro. Otras tres personas cayeron víctimas de sus balas. El asesino también disparó a un grupo a las puertas de un almacén, aunque no se registraron heridos graves.