El presidente de Estados Unidos se marca como meta acabar con Al Qaeda también en Pakistán
Obama se propone doblar las fuerzas de seguridad afganas en dos años
El mandatario recluta ayuda civil y militar de la Otan, la ONU, Irán y Rusia para reconstruir el país
nueva york
«No seguiremos el rumbo a ciegas», anunció ayer Barack Obama al desgranar la estrategia para Afganistán y Pakistán. Lo de seguir el rumbo contra viento y marea era la frase de George W. Bush. Obama propone una estrategia civil y militar en la que participen aliados como la Otan y enemigos como Irán, para que las fuerzas afganas puedan asumir la seguridad en dos años.
«Cambiaremos el énfasis de nuestra misión al de entrenamiento e incrementaremos el número de fuerzas de seguridad afganas, para que finalmente ellos puedan asegurar su país y tomar la responsabilidad. Así es como al final podremos traer las tropas a casa», prometió.
La esperada revisión del nuevo presidente de EE.UU. llega siete años después de que sus fuerzas desembarcaran allí tras los ataques del 11- S, pero «más dolorosamente, 2008 fue el año más mortal que hayan sufrido las fuerzas estadounidenses» en Afganistán. Los talibanes se han reorganizado y toman posiciones en el vecino Pakistán, donde «Al-Qaida planea activamente ataques contra el territorio estadounidense», aseguró. Allí donde el Gobierno pakistaní está cediendo autonomía a los extremistas se esconden «casi con certeza» Osama Bin Laden y su lugarteniente Ayman al-Zawahiri. «Esta región fronteriza se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo», sentenció.
El objetivo, «desbaratar, desmantelar y derrotar a Al-Qaida en Pakistán y Afganistán, e impedir que regresen a cualquiera de los dos países en el futuro». Como no considera que sea sólo un problema de EE.UU. ni que pueda ganar la guerra por su cuenta, Obama se ha propuesto «organizar el apoyo internacional» sin discriminar entre amigos y enemigos como hacía su predecesor.
1397124194 Nueva coalición
De hecho, una de las más interesantes adiciones a esta nueva coalición es la de Irán, que ya ha aceptado la invitación de EE.UU. para asistir a la cumbre que se celebrará en La Haya la semana que viene para tratar el tema. Incluso se especula ya con que las fuerzas iraníes podrían trabajar codo con codo con las estadounidenses en el sur del país. La ONU coordinaría el Grupo de Contacto para la región.
Su plan es que cada patrulla estadounidense esté asignada a una afgana para acelerar el entrenamiento de las mismas y doblar su capacidad en dos años. La meta: un Ejército afgano de 134.000 hombres y una fuerza policial de 82.000 para el 2011.
Un empujón que vendrá acompañado de un «drástico incremento de nuestro esfuerzo civil», porque Obama no cree que se pueda ganar esta guerra «sólo con balas y bombas». A ello añadirá grandes inversiones económicas para desarrollar tanto las áreas tribales de la frontera pakistaní que siguen en la prehistoria como la economía afgana, devuelta a la era de las cavernas tras décadas de guerra. Se buscan ingenieros, especialistas agrícolas, educadores y abogados para desarrollar una economía dominada por el cultivo ilegal del opio. Para esto también pedirá ayuda a la comunidad internacional en una conferencia de donantes que se celebrará en Tokio el mes que viene.