Netanyahu elude el Estado palestino al jurar como primer ministro israelí
Olmert habla con su sucesor, el líder del derechista Likud, Netanyahu
agencias | jerusalén
Benyamin Netanyahu juró ayer su cargo como primer ministro de Israel sin hacer una sola mención a la futura creación de un Estado palestino, aunque sorprendió al manifestar con énfasis conciliatorio sus intenciones de lograr «una paz completa con el mundo árabe y musulmán».
«Una cultura grande y rica», dijo, recordando los períodos «florecientes para árabes y judíos, que vivieron y crearon juntos», pero para reclamar a renglón seguido su apoyo en la que es la mayor obsesión de su mandato: el aislamiento de Irán, «el obstáculo fanático que nos amenaza a todos», proclamó.
Bajo la atenta mirada de sus socios ultranacionalistas del Yisrael Beitenu y de los ultraortodoxos del Shas, el que desde ayer será jefe del Gobierno hebreo recurrió en su discurso ante la Kneset a la fórmula más imprecisa de prometer que buscará un «acuerdo permanente» con la Autoridad Nacional Palestina que dirige Mahmud Abbas, a la que advirtió, no obstante, que «si quiere paz, deberá combatir el terrorismo». «Pero no deseamos controlar a los palestinos», se empeñó en matizar.
Netanyahu advirtió ayer a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en un discurso previo a su jura como primer ministro israelí, que si quiere la paz, debe «combatir el terrorismo».
«La economía, la seguridad y la diplomacia son el camino para la paz», dijo Netanyahu, sin mencionar la creación de un Estado palestino, algo por lo que pugna la ANP, del moderado Mahmud Abas.
Paz para todos
El desde hoy jefe de Gobierno indicó de forma vaga que buscará una paz global con sus vecinos árabes y el mundo musulmán, y que abordará el diálogo de paz con «sinceridad y mente clara».
En su discurso, Netanyahu citó la «propagación del islam radical» en Oriente Medio y en «todo el mundo», y acusó al régimen iraní de ser la principal amenaza para la seguridad en la región.
«No permitiremos que nadie cuestione nuestro derecho a existir», algo que «Israel no puede permitir tomarse a la ligera», dijo el dirigente conservador.