Diario de León

El Pentágono permite por pimera vez fotografiar los ataúdes de sus soldados desde la invasión de Panamá

Llegada del cadáver del sargento Myers a la base de Dover

Llegada del cadáver del sargento Myers a la base de Dover

Publicado por
Mercedes Gallego
León

Creado:

Actualizado:

nueva york

Al sargento Philip Myers le esperaba el domingo por la noche el habitual escuadrón de ocho compañeros de fatigas que sacaron su ataúd del avión y le rindieron homenaje. Pero también una hilera de fotógrafos y periodistas a los que por primera vez en 20 años se les dio permiso para cubrirlo.

Barack Obama cumplía así otra promesa que hizo durante su primera rueda de prensa, a pregunta de la CNN. El periodista Ed Henry quiso saber entonces si levantaría el veto impuesto por Bush padre durante la invasión de Panamá y reforzado después por su hijo durante la invasión de Irak. Cauto, Obama lo sometió a revisión antes de dar luz verde, y ayer por fin, el sargento Myers pudo ser retratado legítimamente para la posteridad.

Le acompañaban su joven viuda y otros cinco familiares, que habían dado permiso para la presencia de las cámaras pero no quisieron ser fotografiados ni dar declaración alguna.

Myers, de 30 años, condecorado el año anterior por su valentía, murió el sábado en Afganistán, víctima de una de los explosivos caseros que instalan en las carreteras al paso de los convoys militares. El suyo no era sólo estadounidense, sino que estaba integrado en el 48 escuadrón de Ingenieros Civiles de la Real Fuerza Aérea, con base en Lakenheath, Inglaterra, una de las que la Fuerza Aérea estadounidense utiliza en el país. Su viuda tuvo que volar desde Inglaterra a la base americana de Dover (Delaware) para recibir el cadáver.

Bush fortaleció esta ley impuesta por su padre para evitar que las imágenes de los féretros aterrizando en EE.UU. alimentase el sentimiento antibélico de la población y restase apoyo popular a su guerra contra Irak.

Una ley de 1989

Pero en realidad la ley databa de 1989, cuando su padre entró en cólera al ver que las imágenes de los primeros ataúdes llegados de la invasión de Panamá habían compartido media pantalla con la conferencia de prensa en la que él justificaba esa intervención. Lo consideró, como así fue, una forma de mermar su mensaje, y decidió que no volvería a ocurrir. La medida le ayudó a mantener alejada a la prensa durante la Primera Guerra del Golfo en 1991.

Soldados y periodistas han seguido filtrando imágenes capturadas clandestinamente, y en alguna ocasión el gobierno ha hecho excepciones. Fue el caso de los infantes de marina muertos en 2001 en el atentado contra el USS Cole en Yemen, distribuidas por el Pentágono.

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