El Gobierno de Obama promete hacer públicos más documentos sobre las torturas de la CIA
nueva york
¿Dick Cheney quiere que se sepa todo? ¡Adelante!, prometió ayer viernes el fiscal general Eric Holder. Al menos lo que esté en su mano.
Barack Obama ha depositado sobre él la responsabilidad de enjuiciar a los abogados de Bush o a quien considere oportuno por su papel en el uso de torturas, algo prohibido tanto por la ley de EE.UU. como por los tratados internacionales que ha firmado. «Muy bonito, y eso que eran amigos», escribió sarcástico el editorialista de San Diego Union, que publica sus columnas en medio país. «Decida lo que decida será criticado.
Y además, ¿Cómo se enjuicia a un abogado sólo por ofrecer la opinión legal que se le ha pedido? Con eso no violan ninguna ley». En medio de ese torbellino público y político, a Holder le tocó testificar el jueves ante el Congreso, donde los republicanos impulsaron los deseos del ex vicepresidente: Que el gobierno no desclasifique memorandums «de forma selectiva», sino que también dé a conocer aquéllos en los que según Dick Cheney se explica el partido que se le sacó a los presuntos terroristas con esas «técnicas de interrogación» con las que según él se evitaron nuevos ataques.
«Ciertamente no es la intención de este gobierno jugar al ratón y al gato, ni dar a conocer sólo ciertas cosas», les respondió el fiscal general. «Nuestra intención no es avanzar ninguna agenda política ni ocultar cosas al pueblo estadounidense».
Holder prometió que lo que dependa de la cartera de Justicia será hecho público, aunque no puede hablar por otras agencias como la CIA, por ejemplo.
Por su parte, no permitirá que «se criminalice en base a preferencias políticas», les prometió, lo que no elimina la posibilidad de que se enjuicie a algún miembro del gobierno de Bush, como pide la izquierda. «Mi responsabilidad es que se cumpla la ley, y si veo alguna evidencia de que se ha actuado incorrectamente aplicaré todo el peso de la ley», concluyó.