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Una visita poco política
La vida, la paz y la familia centrarán los mensajes del Papa en las misas multitudinarias que oficiará en Israel y Cisjordania durante un recorrido que se presenta como un peregrinaje personal
jerusalén
Benedicto XVI llega hoy a Tel Aviv en su primera visita oficial como pontífice a Israel y Cisjordania, donde oficiará misas en los centros neurálgicos del cristianismo: Nazaret, Jerusalén y Belén.
La vida, la paz y la familia centrarán los mensajes del Papa en las misas multitudinarias que oficiará durante una visita que se presenta como un peregrinaje personal con apenas énfasis político. En la ciudad cisjordana de Belén, donde se sitúa el nacimiento de Jesús, Ratzinger hablará a los fieles cristianos sobre el milagro de la vida, mientras que en la disputada ciudad de Jerusalén tratará sobre la paz y la reconciliación.
En Nazaret, en la que el arcángel Gabriel anunció a la virgen María la concepción, según la tradición cristiana, la familia será la idea central de la homilía papal, explicó el vicario de Nazaret, Giacinto Marcuzzo.
Los discursos del Pontífice, y especialmente sus comentarios sobre el conflicto entre israelíes y palestinos y sus referencias al diálogo entre religiones, serán mirados con lupa por los analistas, que esperan una visita de muy bajo perfil político.
La Iglesia insiste en que el viaje de Benedicto XVI es, ante todo, una peregrinación cuyos principales objetivos son la oración y la transmisión de un mensaje de apoyo y esperanza a la minoritaria comunidad cristiana en Tierra Santa.