La ministra británica de Interior también cae por la saga de los gastos
Entre las facturas hay dos recibos por el pago de películas pornográficas para su marido, además de pasar cargos por vivir en Londres en casa de su hermana
La ministra británica del Interior, Jacqui Smith, ha renunciado a seguir en el Gobierno cuando Gordon Brown forme el Gabinete que ha de llevar al laborismo hasta las elecciones generales, este fin de semana. Dos secretarios de Estado y dos diputados también anunciaron ayer su renuncia a seguir en sus puestos o su marcha del Parlamento. El telón de fondo es la inagotable saga de los gastos fraudulentos que una buena parte de la clase política británica cargaba al contribuyente y el horizonte de una debacle electoral en los comicios municipales y europeos que se celebran mañana y cuyos resultados se conocerán el viernes y el domingo, respectivamente.
Los medios británicos se preguntaban ayer si el anuncio de la renuncia de Smith y de los otros es un síntoma visible de la paulatina desintegración del Gobierno de Brown o forma parte de una estrategia de gestión mediática que, antes de las elecciones, ofrece ya la imagen de cambio sustancial en la remodelación. Es más probable que lo segundo sea cierto. En el principio de la semana, la posición del ministro de Hacienda, Alastair Darling, se ha presentado como insostenible, en parte por las evasivas del primer ministro a confirmar su continuación tras el reajuste ministerial.
Cuando comenzó la saga de los gastos, los de Smith desvelaron algo que ya se ha convertido en moneda corriente -pasaba gastos por vivir en Londres en casa de su hermana- y también lo sórdido. Entre las facturas, el Daily Telegraph encontró dos por el pago de películas pornográficas que habría comprado su marido. Brown la defendió entonces y Smith dice ahora que su renuncia no se debe a la saga de los gastos sino a la presión intolerable que estaría sufriendo su familia. Pero tiene intención de presentarse como candidata en las próximas elecciones.
Tom Watson, otro aliado de Brown, secretario de Estado en el Ministerio de la Presidencia, también presentó gastos de difícil justificación y se filtra ahora que no seguirá en el Gabinete, aunque mantendrá un papel de consejero. La secretaria de Estado de Comunidades, Beverly Hughes, renunciará al Gabinete y al Parlamento. La ex ministra Patricia Hewitt también dejará el escaño. Ambas habían cargado gastos superfluos. Pero dicen que no dimiten por eso. El ministro de Transportes, Geoff Hoon, ha devuelto el dinero y quiere seguir. Y hay más ministros que aún no han anunciado su marcha, pero cuya posición parece insostenible.