Brown insiste en continuar a pesar de su pérdida de autoridad
El primer ministro británico, Gordon Brown, cuya autoridad se ha visto erosionada por las defecciones de ministros de su Gobierno y las críticas a su liderazgo, insistió ayer en que quiere concentrarse en la tarea que tiene por delante sin distraerse con rumores sobre maniobras para apartarle del poder.
En declaraciones a la BBC en Normandía, Brown citó como tareas prioritarias restablecer la confianza de los ciudadanos en la política, atajar la crisis económica y reformar los servicios públicos para «construir la Gran Bretaña del futuro»
Conocido por su perseverancia, que algunos llaman obstinación, Brown parece confiar en que el reajuste ministerial acometido el viernes para llenar los puestos dejados vacantes por los ministros dimitidos contribuya a calmar algo las agitadas aguas de su partido. Pero los rebeldes laboristas no descansan y, según varios medios británicos, preparan este fin de semana su estrategia para forzar su sustitución al frente del partido y del Gobierno.