Ahmadineyad y Musaví se atribuyen la victoria en las elecciones de Irán
El aspirante independiente y opositor al actual presidente asegura que se lleva la confianza de los iraníes que apuestan por el cambio, pero el actual líder lo niega
El aspirante independiente reformista a la presidencia de Irán, Mir Husein Musaví, se atribuyó a última hora de la tarde de ayer la victoria en las elecciones presidenciales celebradas ayer a, según dijo, «gran distancia de su rival».
En una rueda de prensa ofrecida en su sede electoral, Musavi aseguró que las encuestas a pie de urna hechas por sus delegados le otorgan una amplio triunfo que, de confirmarse, evitaría una segunda vuelta.
«La actitud de este gobierno fue muy mala, porque no supo aceptar el comportamiento de la gente que quería un cambio. Estoy seguro de que la persona que finalmente ganó estás elecciones fui yo. Lo hice con gran diferencia de votos sobre el segundo candidato», afirmó Musaví en aparente alusión al actual presidente iraní, Mahmud Ahmandineyad.
Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha obtenido «una amplia» victoria en los comicios, según anunció la agencia estatal Irna, con lo que también se atribuye el triunfo.
La participación masiva y las denuncias de irregularidades de parte de la oposición marcaron ayer las décimas elecciones presidenciales de la era revolucionaria en Irán, en las que el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad aspira a la reelección.
Desde primera hora de la mañana, familias enteras se acercaron a los más de 49.000 colegios electorales repartidos por todo el país en una jornada de reivindicación y fiesta únicamente ensombrecida por algunos actos vandálicos.
Según los primeros datos ofrecidos por el Ministerio de Interior, la participación rondaría el 75 por ciento, cifra récord que obligó a extender durante varias horas el cierre de los colegios.
En las calles de Teherán, las largas filas de votantes tenían un color casi común dependiendo del lugar de la capital en el que se encontraran.
En el norte, la zona más rica de la ciudad, primó el verde de los seguidores del ex primer ministro Mir Husein Musaví, principal rival del presidente.
En el sur, donde se concentra la mayoría de los barrios más desfavorecidos, dominaba el tricolor verde, blanco y rojo de la bandera de Irán, adoptado por Ahmadineyad.
Sin embargo, y al contrario del 2005 cuando Ahmadineyad arrasó en segunda vuelta, era posible ver muchos partidarios de Musaví y de los otros dos candidatos, el clérigo reformista Mehdi Karrubí y el conservador Mohsen Rezae
La fiesta electoral quedó, no obstante, deslucida por las denuncias de posible fraude elevadas por la oposición y algunos actos vandálicos contra sedes reformistas. Los resultados finales, que deben ser validados por el poderoso Consejo de Guardianes, se conocerán 24 horas después del cierre de los colegios.