La corrupción le cuesta a Italia 60.000 millones de euros al año
Unos desconocidos queman el coche de una chica que dice haber participado en fiestas de Silvio Berlusconi
La corrupción en el seno de la Administración italiana se eleva a más de 60.000 millones de euros cada año y es un obstáculo para el desarrollo sobre todo del sur del país, según el Tribunal de Cuentas italiano.
«El fenómeno de la corrupción en la Administración es considerable y supone unas consecuencias graves en los tiempos de crisis para el desarrollo económico del país». El montante de estas malas prácticas se estima entre «50.000 y 60.000 millones de euros por año y supera al hecho por el Gobierno, según ha asegurado el fiscal general del Tribunal de Cuentas, Furio Pasqualucci, en la presentación de su informe anual en Roma.
Es una práctica «inmoral» que representa un «obstáculo para las inversiones extranjeras, sobre todo en el sur», ha añadido Pasqualucci, lamentado la «falta de represión».
Según el Tribunal de Cuentas, las regiones donde se han dado la mayoría de las quejas contra el fenómeno están en el sur del país (Sicilia, Calabria...), con la excepción de la Lombardía, en la región de Milán.
Por otra parte, unos desconocidos incendiaron ayer el coche de Barbara Montereale, una de las jóvenes que aseguran haber participado en las fiestas del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Los hechos tuvieron lugar poco antes de las cinco de la mañana, ante la residencia de la joven en la localidad de Modugno, en la provincia de Bari, cuando el Honda Jazz de la joven fue rociado con gasolina e incendiado.
El diario italiano La Repubblica señaló ayer en su edición digital que se trata de un suceso «de perfil oscuro» y que por el momento se desconoce quién ha sido el responsable de los hechos.
El nombre de Barbara Montereale salió a la luz hace unos días a raíz de unas conversaciones grabadas por otra de las jóvenes que aseguran haber recibido dinero para asistir a dichas fiestas, Patrizia D-™Addario.
Las grabaciones corresponden a conversaciones de D-™Addario con el empresario Gianpaolo Tarantini, que se encargaba de reclutar mujeres para las fiestas del primer ministro, y con Barbara Montereale. En declaraciones ayer al canal de televisión por satélite italiano SKYTG, Montereale manifestó que desconoce quién ha podido incendiar su coche y explicó que aceptó los regalos del primer ministro debido a su precaria situación económica.Por otro lado, Berlusconi se refirió ayer a la polémica que han levantado las declaraciones de estas jóvenes sobre las que todos los días la prensa aporta nuevos datos.
«Estoy hecho así y no cambio. Si me quieren así, me quieren. Y los italianos me quieren, tengo el 61 por ciento de popularidad, el récord absoluto de Occidente.