Merkel y Steinmeier se baten por la audiencia en un duelo televisivo

En plena campaña electoral alemana y cuando sólo faltan dos semanas para la cita con las urnas, la canciller democristiana Angela Merkel y su rival del SPD, el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, cancelaron ayer todas sus citas y se aislaron con sus respectivos asesores para preparar un acto especial.

Ayer por la noche, a las 20.30 horas, los dos rivales se enfrentaron en un único debate televisivo ante un público estimado en 21 millones de ciudadanos y que fue transmitido al país por cuatro cadenas. Aunque nadie esperaba que a lo largo de los 90 minutos que duraba el duelo llegase la sangre al río Spree, el debate era crucial para ambos candidatos, pero por razones diferentes.

Cuando un 64% de los electores, según los sondeos del viernes, creía que Merkel iba a derrotar a su contrincante y sólo un 15% se atrevía a apostar por Steinmeier como el vencedor, era fácil predecir el nombre del triunfador. Este aspecto podía ser aprovechado por el aspirante socialdemócrata para resurgir como el Ave Fénix y convertir la derrota en un triunfo espectacular. No tenía nada que perder y por esta razón, el debate representaba su última oportunidad para darle un vuelco radical a la tendencia de los sondeos.