Los liberales alemanes confían en volver al poder
El Partido Liberal alemán (FDP) de Guido Westerwelle se perfila como ganador de facto de las elecciones, aupado por la «socialdemocratización» de los conservadores de Angela Merkel, y beneficiado por la grave crisis interna de los socialdemócratas.
Después de tres legislaturas en las que ha permanecido en el dique seco de la oposición, el partido que formó parte prácticamente de todos los gobiernos de la República Federal de Alemania hasta 1998, busca recuperar su puesto como socio de la Unión Cristianodemócrata (CDU), que hace cuatro años le arrebató el Partido Socialdemócrata (SPD).
Liquidar la gran coalición es el objetivo principal de Westerwelle, que no ha cesado en sus ataques al SPD y que ha pedido que no se vote a la CDU porque eso contribuiría a prolongar esa anómala alianza.