Tres españoles están desaparecidos en Sumatra tras el seísmo

Ana Pelegrín, una murciana de 45 años, y su marido, Ricardo Gil, de la misma edad y natural de Almería, se encuentran desaparecidos en Sumatra, junto a otro español, Oscar Navarro Costa, desde el seísmo de 7,6 grados de magnitud en la escala Richter registrado en Padang el 30 de septiembre. Según informó el hermano de la desaparecida, Antonio Pelegrín, tras hablar con la embajada, hasta ayer por la mañana eran seis los españoles que se encontraban de viaje en Sumatra cuando tuvo lugar el terremoto y de los que sus familias no tenían noticias, pero a mediodía la cifra se reducía a tres.

«A media mañana he podido hablar con la madre de uno de los chicos que se encontraban desaparecidos y me ha dicho que se había puesto en contacto con ella, que se encontraba bien y que estaba en las islas Mentawai, donde había localizado a otros dos chicos vascos de los que tampoco se sabía nada y que también estaban bien», ha relatado Antonio Pelegrín. El hermano de la murciana desaparecida ha indicado que la madre del joven iba a pedirle que intentase localizar desde allí a Ana Pelegrín y a su marido, ya que ambos tenían previsto ir el día del seísmo también a Mentawai.

Por su parte, las autoridades de la isla indonesia de Siberut informaron ayer de que no tienen constancia de la presencia de ninguno de ellos. El puesto de la Policía de Indonesia en la isla de Siberut, la mayor del archipiélago de las Mentawai, frente a Sumatra, dijo que los españoles Ana Pelegrín Sánchez, Ricardo Gil Vivas-Pérez y Oscar Navarro Costa no consta que se hayan inscrito en el registro de turistas de los últimos días.

Miles de sepultados. Entre 3.000 y 4.000 personas seguían sepultadas bajo los escombros cuatro días después del terremoto que devastó la isla indonesia de Sumatra,y en particular la ciudad de Padang, donde los socorristas buscaban aún sobrevivientes. La naturaleza se ensañó en los últimos días con la región Asia Pacífico, golpeada por un tsunami que dejó 170 muertos en las islas Samoa y Tonga, por un tifón que mató a 293 en Filipinas, y a un centenar en Vietnam, y por lluvias que provocaron la muerte de al menos 127 personas en el sur de India. En Indonesia, las autoridades han informado hasta ahora de 777 muertes confirmadas tras el seísmo, pero la ONU estima que este número es de 1.100. Un cómputo que amenaza con incrementarse gravemente. «Calculamos que entre 3.000 y 4.000 personas siguen sepultadas o atrapadas bajo los escombros», dijo el coordinador de la ayuda humanitaria de las Naciones Unidas en Indonesia, El Mostafa Benlamlih. «En general se considera que la esperanza máxima de supervivencia de una persona sepultada tras un terremoto es de cinco días», agregó.

El responsable de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Bob McKerrow, dio parte de cálculo similar, basado en visitas a Padang y a las áreas circundantes. La evaluación es de «unos 4.000» desaparecidos. Subrayó que aún había esperanzas de extraer a personas vivas de los escombros.