MULTA DE 750 MILLONES
La justicia italiana declara a Berlusconi corresponsable de un delito de corrupción
El juez le responsabiliza en el proceso en que el grupo Fininvest, propiedad del mandatario, se hizo con el control de Mondadori
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, es "corresponsable de la corrupción" que llevó a su grupo Fininvest a hacerse con el control de la editorial Mondadori, por la que ahora la sociedad del mandatario deberá pagar cerca de 750 millones de euros al conglomerado CIR.
Así lo asegura el juez Raimondo Mesiano, del Tribunal Civil de Milán, en las motivaciones de la sentencia, hechas públicas hoy, de la millonaria sanción económica que dictó este sábado contra Fininvest por resarcimiento de los daños patrimoniales causados a CIR al no poder alcanzar este último el control de la editorial más importante del país.
El magistrado justifica su decisión de hacer pagar tal elevada cantidad de dinero al grupo de Berlusconi por el "principio de responsabilidad civil de las compañías de capital por el hecho ilícito de su representante legal o administrador cometido en la actividad gestora de la misma sociedad", dice la sentencia.
El pasado sábado el Tribunal Civil de Milán condenó a pagar a Fininvest 749.955.611,93 euros al conglomerado CIR, hecho que tuvo una inmediata reacción por parte del grupo de Berlusconi, que aseguró que recurrirá la condena y que siempre ha operado "con la máxima corrección".
LAS ACCIONES DE LA FAMILIA FORMENTON
Los hechos se remontan a principios de los años 90, cuando el grupo de Berlusconi y CIR, de Carlo de Benedetti, ambos accionistas de Mondadori en la época, recurrieron a un tribunal para que decidiera quién tenía derecho a quedarse con las acciones de la familia Formenton, herederos del histórico dirigente de la editorial, Arnoldo Mondadori, que daban el control de la empresa.
El 20 de junio de 1990 el tribunal decide que el acuerdo al que De Benedetti había llegado con la familia antes de que ésta cambiara de opinión a favor de Berlusconi era el que tenía validez, decisión que fue recurrida posteriormente por Fininvest, a quien un juzgado de Roma dio la razón en 1991.
Posteriormente el caso se reabrió ya por la vía penal para averiguar si había habido irregularidad en el proceso y el exabogado del primer ministro, Cesare Previti, fue condenado en el 2007 por el Tribunal Supremo a un año y seis meses de cárcel por sobornar a uno de los jueces que se hicieron cargo del asunto, mientras que Berlusconi salió indemne.
LA REACCIÓN DEL MANDATARIO
Mesiano indica en la sentencia con la que condena a pagar a Fininvest que es "absolutamente impensable" que el que era representante legal del grupo no supiera del ingreso de una cantidad de dinero utilizado para sobornar a un juez y que concediera a la sociedad de Berlusconi el control de la editorial.
Este asunto se ha convertido en un nuevo escándalo que sumar a los muchos frentes que Berlusconi tiene abiertos en Italia y por los que su partido, el gobernante Pueblo de la Libertad (PDL), denuncia una auténtica campaña de acoso y derribo contra el político por la que pretenden manifestarse en la calle.
Los periódicos italianos Il Messaggero y La Stampa reproducen hoy declaraciones que el primer ministro ha hecho a sus allegados, en las que confiesa que le dan ganas de abandonar Italia, pero que no tirará la toalla.