Merkel luchará contra la crisis con una apabullante rebaja de impuestos

Tras 19 días de intensas negociaciones, la canciller Angela Merkel, su nuevo aliado liberal, Guido Westerwelle y el presidente de la Unión Socialcristiano, Horst Seehofer, pudieron presentar ayer el programa de gobierno, donde apuestan por bajar los impuestos para combatir la crisis, una ambiciosa medida que debe llevar al país nuevamente por la senda del crecimiento.

Pacto de coalición . En el marco de una rueda de prensa realizada en Berlín, los tres principales líderes de los partidos que formarán la nueva coalición de gobierno dieron a conocer un documento de 124 páginas, que bajo el título Crecimiento, educación y cohesión , detalla las principales herramientas con las cuales el futuro gobierno pretende sacar al país de la crisis devolverle al país la prosperidad perdida a causa de la crisis. El nuevo pacto de coalición, que fue negociado hasta las dos de la madrugada de ayer, contempla un recorte de impuestos a los ingresos en 24.000 millones de euros a partir del 1 de enero de 2010 y que se aplicará en forma escalonada hasta el fin de la próxima legislatura. La rebaja fiscal beneficiará a las familias y a las pequeñas y medianas empresas.

«El nuevo gobierno mantiene su palabra. No aumentaremos los impuestos ni el gasto público, sino que apostamos por el crecimiento y rebajaremos las cargas fiscales para los ciudadanos y las empresas», dijo la canciller, al prometer que el nuevo gobierno no aumentara los impuestos en los próximos cuatro años. «Queremos que otra vez merezca la pena trabajar y que los ciudadanos obtengan más de su salario bruto. Queremos que las familias sean aliviadas y empezaremos con ello el 1 de enero del año próximo», dijo, por su parte, Guido Westerwelle, el futuro vicecanciller.

A partir de ese día, la ayuda mensual por hijo que recibe cada familia aumentara de los 164 euros mensuales a 184 y la cantidad desgravable por hijo subirá de los 6.024 euros al año hasta 7.004 euros. El nuevo gobierno también legislará para modificar la ley de imposición a las empresas y el impuesto sobre las herencias y se compromete, a partir de 2001, a llevar cabo una modificación de la llamada «progresión fría», una polémica medida impositiva que devora las alzas salariales. Las negociaciones no fueron fáciles, pero el resultado demuestra que estamos decididos a enfrentar los problemas con coraje y seriedad», insistió la canciller, al defender el ambicioso paquete de recortes fiscales. Pero ni Merkel, ni su futuro aliado Westerwelle ofrecieron detalles de cómo pretenden financiar las rebajas fiscales, en un momento crítico para las finanzas estatales que deberán asumir un nuevo déficit estimado en 81.000 millones de euros originado por los paquetes coyunturales aprobados por el gobierno de gran coalición para combatir la crisis.