Juncker y Blair se disputan la presidencia de la Unión Europea

Con el Tratado de Lisboa pendiente aún de ratificación en la República Checa, la carrera por la presidencia del Consejo de la Unión Europea, un puesto de poder clave en el organigrama europeo que resulta del nuevo tratado, está ya lanzada. Dos candidatos, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker y el ex premier británico, Tony Blair, han entrado abiertamente en liza, aunque tras los telones se agitan varias candidaturas potenciales, la de Felipe González entre ellas, que sólo emergerá oficialmente, esta última, si se revela como «la tercera del consenso» en el fragor de la batalla por el cargo que se anuncia para las próximas semanas. Blair y Juncker representan dos modos muy diferentes de ver Europa, luego puede afirmarse sin ambages que la ancestral batalla entre la Europa de los mercaderes y la de la unión política subyace en ambas candidaturas, que pugnan abiertamente por la nominación.

A Blair el gobierno de Gordon Brown le apoya, consciente de que es la mejor ancla imaginable para su país en Europa, ante el cambio ideológico que se anuncia para las elecciones del año próximo. Pero, y precisamente por eso, los tories de Cameron no quieren saber nada del ex premier al frente de Europa. Reniegan de la candidatura, lo que la fragiliza de antemano. En esta tesitura, ayer , Jean-Claude Juncker, el primer ministro luxemburgués, hizo pública su disponibilidad para ocupar el cargo.

España no presenta candidatos. España no aspira «por el momento» a ninguno de los dos nuevos cargos que va a crear la UE con el Tratado de Lisboa, cargos que podrían decidirse en una cumbre extraordinaria en noviembre, explicó ayer el ministro español de Esteriores Moratinos. «España no plantea inicialmente candidatos a ambos puestos, a pesar de que uno de los nombres que entran en las cábalas para presidente de la UE es el del ex presidente del Gobierno español Felipe González».