La UE formalizará en noviembre los candidatos a la presidencia

Había ayer un cierto aire de fatiga entre los líderes europeos, que concluyeron a primera hora de la tarde un día y medio de deliberaciones en un Consejo Europeo dedicado sustancialmente, otra vez, a cuestiones institucionales de la UE. La reunión se saldó con la rendición, pura y dura de los 27 Estados miembros a las exigencias de una sola persona, el presidente checo Vaklav Klaus, carente de poderes constitucionales para negociar un Tratado como el de Lisboa que, sin embargo, ha conseguido, al final, imponer mediante chantaje una exigencia que ni siquiera las autoridades de su país que legítimamente negociaron el Tratado llegaron nunca a plantear: la exención checa de la Carta de Derechos Fundamentales. Zapatero fue quien mejor resumió la situación: «Verá, todos nosotros hemos pasado tan malos momentos a todo lo largo de su gestación, que lo que yo piense sobre Klaus es irrelevante; lo que importa es que el Tratado entre en vigor».

Despejada la incógnita del marco legal comunitario, los focos se concentran ahora sobre los nombramientos que van a producirse las próximas semanas. Desde hace ya dos años que en la UE se venía hablando de Blair como primer presidente del Consejo Europeo en la historia de la UE. Sin embargo, la hipótesis parece en estos momentos descartada y en los pasillos del Consejo se daba ayer por cierto que toda esta operación había sido concebida para conseguir Londres el puesto de ministro de Exteriores de la UE, que ahora ocupa Solana. Los socialistas de la Eurocámara veían este viernes «razonable» que el segundo puesto vaya a parar a alguien de la familia socialdemócrata. Sarkozy revelaba que Michel Barnier será el futuro comisario francés en el Ejecutivo de la UE. Sarkozy confirmaba que la presidencia sueca convocará una cumbre a mediados de noviembre para formalizar los nombramientos y que Merkel y él se pondrán previamente de acuerdo sobre los nombres.