Los chilenos acuden en masa a votar a la espera de un posible cambio electoral
Los tres candidatos izquierdistas en Chile pactarán en la segunda vuelta para impedir que el líder derechista Piñera le gane al democristiano Eduardo Frei
Seguros de que ninguno lograría imponerse ayer, los tres candidatos presidenciales izquierditas de Chile ya admitían, aunque con matices, que se unirán en una segunda vuelta para impedir que el líder derechista Sebastián Piñera le gane al democristiano Eduardo Frei, del oficialismo, y llegue al gobierno en el 2010.
El diputado independiente Marco Enriquez Ominami, un ex socialista que abandonó este año la Concertación gubernamental y está tercero en las preferencias, dejó entrever que hará un acuerdo con Frei a partir de ayer. Y el cuarto, otro ex socialista que abandonó el oficialismo este año, Jorge Arrate, ya lo había prometido. Más aún, es el gestor de un acuerdo para apoyar a Frei, de quien fue ministro. Para este primer combate, el candidato del oficialismo hizo un último intento para que los votantes se inclinen mayoritariamente por él, que es el postulante progresista que cosecha más respaldos y el segundo en adhesiones después de Piñera.
«Hoy definimos el futuro del país», dijo en el momento de votar junto a su esposa y otros dirigentes. «Aquí lo que se define son dos visiones de Chile», insistió el ex presidente democristiano (1994-2000).
El candidado preferido. Piñera, en cambio, estaba exultante, seguro, festejando por anticipado. Y es que su candidatura tenía ayer las mejores chances de ganar en primer turno, y aunque en un segundo llamado la competencia será más ardua, nadie le podría quitar la conquista de un triunfo en primera ronda. Si lo logra, como parecía al cierre de esta edición, será el primer postulante de derecha que gana en primer turno en 20 años de gobierno de la Concertación. «Estamos muy contentos», dijo al votar junto a su familia.
«Hemos tenido una mañana de sol que está presagiando que vienen días mejores para Chile», advirtió esperanzado. Las encuestas indican que Piñera podría alcanzar 44%de respaldos, un porcentaje sin antecedentes para un postulante derechista desde la retirada del ex dictador Augusto Pinochet en 1990.
Pero para ganar necesita 50 por ciento más uno. Por eso se espera que los dos más votados se enfrenten en un balotaje. La presidenta Michelle Bachelet, se expresó ayer «muy contenta» por ejercer su deber ciudadano, y vaticinó que su sucesor se conocerá sin dudas «en una nueva jornada el 17 de enero».
Frei está segundo en intención de voto con 33%de apoyos y Enriquez tercero con casi 18 %.